Ayer, 30 de septiembre, en la capital del Sahara Occidental, tuvo lugar el último recibimiento del grupo de 74 activistas saharauis que acudió a las conferencias de Argel, entre los días 24 y 26 de este mes.
Esta delegación, compuesta por 19 activistas saharauis de los derechos humanos, aterrizó en el aeropuerto del Aaiún a las 18:00h, hora local, acompañada por una observadora española desde Casablanca. En el control del aeropuerto, que se prolongó durante dos horas, los activistas fueron detenidamente cacheados uno por uno, siéndoles requisados los objetos con símbolos de la RASD. Los activistas salían indignados por ello y por la manera compulsiva de la policía de fotografiar sus pertenencias extendidas sobre un tablero: dinero, símbolos requisados, móviles, cámaras. Sesenta policías de paisano en el aeropuerto. Algunos saharauis, acompañados de ocho observadores extranjeros, se encontraban esperándoles a la salida.
En el interior del aeropuerto estaba Mariano Collado, responsable de la Depositaría de España en El Aaiún. Mariano Collado es funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, que no diplomático, ya que España no tiene delegación diplomática en El Aaiún al ser territorio ocupado. Al salir, nos aseguró que "hoy os van a partir la cara" al mismo tiempo que asumía su incapacidad para impedirlo.
Mientras tanto, comenzaban a llegar saharauis y observadores internaciones a casa de Sidahmed Lemjiyed, donde tendría lugar el recibimiento. Un joven saharaui, Hassanna Ddah, que intentaba acudir, fue atacado por 7 policías que le rompieron un brazo y le dejaron desmayado en el suelo. Esta agresión fue presenciada por dos observadores que tomaron imágenes de lo ocurrido, ante lo cual policías marroquíes se abalanzaron sobre uno de ellos, y, tras un forcejeo, le arrebataron la cámara.
En una calle próxima bloqueada por la policía surgía una manifestación espontánea de unos 15 saharauis que no habían podido acceder a la casa. Fue disuelta rápidamente.
Los coches que trasladaban a activistas y observadores fueron obligados por la policía a espaciar la salida entre ellos. Llegados a la casa, los activistas entraron y los observadores permanecieron en la calle, cercados por unos cien policías, y furgones antidisturbios cerrando los accesos. Mientras tanto, los saharauis organizaban una sentada pacífica de 20 minutos delante de la casa.
Salieron en silencio, de uno en uno, la boca tapada con una cruz de esparadrapo, y se fueron sentando en la calle, levantando los dedos en V. Eran unos 120. Esta acción se desarrolló de manera pacífica y sin incidentes. La policía les rodeaba y les estuvo tomando fotografías sin cesar durante todo el tiempo que duró la sentada.
Concluida la acción, los saharauis se retiraron a la casa en orden y en silencio; tras ellos, los observadores. Cerrada la puerta, la felicidad estalló en la casa con cánticos, abrazos y lágrimas.
El pueblo saharaui se ha manifestado ante la policía dando una auténtica lección de coraje y dignidad al régimen marroquí.
Más imágenes de la jornada:
No hay comentarios:
Publicar un comentario