A diferencia de lo que ocurre en el norte de África, donde las rebeliones populares han acabado con los gobiernos de Túnez y Egipto, y están a punto de hacer lo mismo con la dictadura de Gadafi, en Libia, en Marruecos apenas ha habido algunas concentraciones que pedían mejoras sociales y económicas pero sin cuestionar el papel de Mohammed VI.
Los saharauis no solo no han conseguido activar ninguna palanca de cambio, sino que ayer, por ejemplo, en la ciudad de Dajla hubo enfrentamientos con la población marroquí. Así, al menos lo ha asegurado a Efe el delegado el Frente Polisario en Canarias, Hamdi Mansour, que habla de ataques a la población saharaui y saqueos en viviendas, vehículos y tiendas en la antigua colonia española de Villa Cisneros.
Según su versión, los incidentes comenzaron durante la madrugada del pasado sábado al término de un festival que el Gobierno organiza desde hace años para hacer «propaganda de sus tesis y fomentar la cultura marroquí en el Sahara». Al término del festival, ciudadanos marroquíes insultaron e intentaron humillar a los saharauis que residen en Dajla, para lo que, añadió Mansour, «aprovecharon que son tres veces más en número». En su opinión, el festival es un intento más del Gobierno marroquí para desvirtuar la identidad cultural de los saharauis. Asimismo, aseguró que miles de marroquíes, escoltados por camiones del ejército «asaltaron» los barrios en los que vive la población saharaui para a continuación quemar coches, lanzar bombonas de butano y asaltar comercios. Muchos saharauis abandonaron la ciudad para dirigirse al desierto y así evitar las agresiones, indicó Mansour. Por la mañana, los saharauis se manifestaron para pedir al Gobierno que intervenga y controle a la población marroquí, pero por la tarde se produjo una violenta intervención policial y se produjeron saqueos, allanamientos de viviendas, robos e incendios en el barrio de Moumtounsi, agregó el representante del Frente Polisario.