jueves, 17 de mayo de 2012

Siemens, entre la ética y el negocio en el Sahara Occidental

United Nations Global Compact, dependiente de Naciones Unidas, investiga si el acuerdo firmado entre Marruecos y Siemens viola el derecho internacional. La multinacional danesa ha acordado instalar 22 molinos eólicos a nueve kilómetros del Puerto de El Aaiún, en el Sahara Occidental, territorio ocupado por Marruecos y aún por descolonizar. UNGC es un pacto global con empresas que se adhieren a diez principios universalmente aceptados en materia de Derechos Humanos, medio ambiente y lucha contra la corrupción. 

Naciones Unidas ha vuelto a criticar a Marruecos aumentando su tensión con el país alaui. En esta ocasión, por el acuerdo entre Siemen y el gobierno marroquí para construir un parque eólico que contaría con más de una veintena de molinos en las inmediaciones de El Aaiún, Sahara Occidental. Y la crítica la ha hecho a través de United Nations Global Compact (UNGC ), que tiene a Siemens como una de sus empresas asociadas. UNGC busca que las empresas multinacionales se alineen con diez principios universalmente aceptados en materia de Derechos Humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción.
Las críticas han surgido de una respuesta emitida por la organización dependiente de Naciones Unidas a una carta de África Contact, una organización solidaria danesa, que pedía que se investigase a fondo el acuerdo firmado por Siemens. La carta emitida apuntaba a una violación del derecho internacional por parte de la empresa, al querer obtener beneficios de un proyecto que se desarrollaría en un territorio que está en litigio internacional y aún por descolonizar.

Si es así, proseguía, “Siemens debería ser expulsado de la lista de empresas responsables y expulsado del United Nations Global Compact. Fuentes de la organización recuerdan que Lifosa, empresa lituana, fue expulsada el año pasado tras no responder ante su saqueo de fosfatos en el Sahara Occidental.
WRSW también ha criticado la acción de Siemens y lo considera “ilegal de acuerdo al derecho internacional”. Incluso un partido político danés ha pedido al Gobierno que traslade a Siemens la gravedad de la situación. El ayuntamiento de Copenhague, accionista de Siemens, ha tenido que contestar si el proyecto responde a los principios éticos de la institución.

El proyecto de la multinacional danesa se ubica a nueve kilómetros del puerto de El Aaiún y según la corporación se trata de “una de las zonas más ventosas de Marruecos”. El modelo de los molinos a instalar, según se informó el enero pasado, es SWT 101-2,3 MW. 

http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&sec=Sahara Occidental&id=2890

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