Francesco Bastagli.
- La Minurso es el único contingente de mantenimiento de la paz desplegado en África que no tiene competencias en Derechos Humanos
- La ONU renovó su mandato a finales de abril, pero Francia se opuso a darle más fuerza sobre el terreno
"Hay que reconocer que con el conflicto del Sáhara Occidental, la ONU es una catástrofe. Un desastre de organización". Quien entona el 'mea culpa' es Francesco Bastagli, representante especial de la ONU para el Sáhara de 2005 a 2006.
Sabe de lo que habla, ha trabajado en la zona con los militares de la Minurso, la fuerza de paz de Naciones Unidas. Y reconoce sin complejos su "inoperancia".
"En 1992, después del alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos, la ONU decidió crear la Minurso como una misión técnica para velar por la paz y elaborar un censo para el referéndum de autodeterminación de los saharauis. Se les dio un plazo de nueve meses, pero se complicaron las decisiones sobre quién tenía derecho a voto y pasaron los años. Al final asumimos que iba a ser imposible celebrarlo porque Marruecos no está dispuesto", explica.
Tanto lo asumieron que, en 1999, la misión de la ONU dejó de preocuparse por el referéndum.
Bastagli, italiano, habla desde el campo de refugiados de Dajla -en el desierto argelino-, donde ha sido invitado por el Polisario con motivo del festival de cine FiSahara.
Prosigue con unas clases prácticas de diplomacia: "En realidad, el tema es sencillo. Se trata de un proceso de descolonización abierto -España abandonó la colonia en 1975, cuando la ocupó Marruecos- y se debía celebrar un referéndum que nunca ha llegado. No es un problema de derecho internacional porque en ese terreno está todo claro: el pueblo sahararui tiene el derecho fundamental a la autodeterminación y a que entre las opciones se incluya la independencia, como se hizo con el resto de colonias africanas. Así lo ha reconocido la ONU en más de 100 resoluciones. Pero se está ignorando el derecho internacional por intereses políticos".
"Hay un monopolio de países de poder alineados con Marruecos y con derecho a veto en la Asamblea General de la ONU que impiden que el conflicto avance", añade.
Entonces, ¿qué puede hacer la ONU ? "Nada. Sólo se respeta el derecho internacional si resulta que coincide con los intereses de esos países poderosos". Precisamente ha sido uno de ellos, Francia, principal valedor de los intereses de Marruecos, quien ha impedido que la Minurso informe sobre el respeto a los Derechos Humanos: el mandato de la misión se renueva cada año y el Consejo de Seguridad lo prorrogó a finales de abril, pero sin atribuirle esa función como habían pedido algunas de las partes después de un año de duras manifestaciones y denuncias de represión en la zona del Sáhara Occidental controlada por Marruecos.
Y es que la Minurso es el único contingente de mantenimiento de la paz desplegado en África que no tiene competencias en este terreno.
"No", reconoce Bastagli. Y a continuación, se excusa: "Son 260 militares desarmados que viven en nueve bases en el desierto. No están en las ciudades, ni siquiera pueden ver el día a día de los saharauis. Y cada vez que intentan investigar esa o cualquier otra cosa, Marruecos lo denuncia porque se sobrepasa el mandato de la MINURSO".
Sus argumentos no coinciden con algunos testimonios de activistas saharauis llegados de la zona, que aseguran que los cascos azules han sido testigos este año de cómo se perseguía y encarcelaba a los saharauis en la ciudad de El Aaiún.
Bastagli es crítico con la organización en la que ha trabajado aunque recalca que la principal responsabilidad tienen que asumirla los saharauis. "Yo creo que al fin se están dando cuenta de que nadie les va a dar lo que les deben, aunque sea lo justo. Están sólos, nadie va a sacar su lucha adelante. Van a tener que hacerlo ellos solos con acciones concretas y específicas. Ya no sirven más resoluciones de la ONU o el Consejo Europeo. Tienen que tomar medidas ellos sobre el terreno".
Ahí queda la advertencia de la diplomacia europea.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/07/solidaridad/1304765784.html
Sabe de lo que habla, ha trabajado en la zona con los militares de la Minurso, la fuerza de paz de Naciones Unidas. Y reconoce sin complejos su "inoperancia".
"En 1992, después del alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos, la ONU decidió crear la Minurso como una misión técnica para velar por la paz y elaborar un censo para el referéndum de autodeterminación de los saharauis. Se les dio un plazo de nueve meses, pero se complicaron las decisiones sobre quién tenía derecho a voto y pasaron los años. Al final asumimos que iba a ser imposible celebrarlo porque Marruecos no está dispuesto", explica.
Tanto lo asumieron que, en 1999, la misión de la ONU dejó de preocuparse por el referéndum.
Bastagli, italiano, habla desde el campo de refugiados de Dajla -en el desierto argelino-, donde ha sido invitado por el Polisario con motivo del festival de cine FiSahara.
Prosigue con unas clases prácticas de diplomacia: "En realidad, el tema es sencillo. Se trata de un proceso de descolonización abierto -España abandonó la colonia en 1975, cuando la ocupó Marruecos- y se debía celebrar un referéndum que nunca ha llegado. No es un problema de derecho internacional porque en ese terreno está todo claro: el pueblo sahararui tiene el derecho fundamental a la autodeterminación y a que entre las opciones se incluya la independencia, como se hizo con el resto de colonias africanas. Así lo ha reconocido la ONU en más de 100 resoluciones. Pero se está ignorando el derecho internacional por intereses políticos".
"Hay un monopolio de países de poder alineados con Marruecos y con derecho a veto en la Asamblea General de la ONU que impiden que el conflicto avance", añade.
Entonces, ¿qué puede hacer la ONU ? "Nada. Sólo se respeta el derecho internacional si resulta que coincide con los intereses de esos países poderosos". Precisamente ha sido uno de ellos, Francia, principal valedor de los intereses de Marruecos, quien ha impedido que la Minurso informe sobre el respeto a los Derechos Humanos: el mandato de la misión se renueva cada año y el Consejo de Seguridad lo prorrogó a finales de abril, pero sin atribuirle esa función como habían pedido algunas de las partes después de un año de duras manifestaciones y denuncias de represión en la zona del Sáhara Occidental controlada por Marruecos.
Y es que la Minurso es el único contingente de mantenimiento de la paz desplegado en África que no tiene competencias en este terreno.
'Nadie va a sacar su lucha adelante'
Pero están en la zona, son testigos de lo que ocurre, ¿actúan de alguna manera cuando perciben violaciones de los Derechos Humanos?"No", reconoce Bastagli. Y a continuación, se excusa: "Son 260 militares desarmados que viven en nueve bases en el desierto. No están en las ciudades, ni siquiera pueden ver el día a día de los saharauis. Y cada vez que intentan investigar esa o cualquier otra cosa, Marruecos lo denuncia porque se sobrepasa el mandato de la MINURSO".
Sus argumentos no coinciden con algunos testimonios de activistas saharauis llegados de la zona, que aseguran que los cascos azules han sido testigos este año de cómo se perseguía y encarcelaba a los saharauis en la ciudad de El Aaiún.
Bastagli es crítico con la organización en la que ha trabajado aunque recalca que la principal responsabilidad tienen que asumirla los saharauis. "Yo creo que al fin se están dando cuenta de que nadie les va a dar lo que les deben, aunque sea lo justo. Están sólos, nadie va a sacar su lucha adelante. Van a tener que hacerlo ellos solos con acciones concretas y específicas. Ya no sirven más resoluciones de la ONU o el Consejo Europeo. Tienen que tomar medidas ellos sobre el terreno".
Ahí queda la advertencia de la diplomacia europea.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/07/solidaridad/1304765784.html
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