jueves, 21 de marzo de 2013

El enviado de la ONU para el Sahara abre en Rabat una nueva gira regional

Christopher Ross viajará desués a las ciudades saharauis de El Aaiún y Dajla antes de ir a Argelia y Mauritania

El enviado de la ONU para el Sahara abre en Rabat una nueva gira regional
efe
El estadounidense Christopher Ross, enviado de la ONU para el Sahara Occidental, llegó ayer miércoles a Marruecos en el cominenzo de una nueva gira regional, muy similar a la que llevó a cabo el pasado otoño, para tratar de eliminar diferencias en torno al conflicto de la excolonia española.
Su aterrizaje, a bordo de un avión español en el que llevará a cabo su gira como en anteriores ocasiones, estuvo rodeado de «un gran secretismo», según la agencia Efe. En su primera jornada, se reunió primero con el presidente de la Cámara de Representantes, Karim Ghellab, y depués con el primer ministro, el islamista Abdelilah Benkirán.
 
El comunicado oficial de Rabat en el que se anunció la reunión no menciona «cuáles fueron las palabras de Ross, quien en su anterior viaje mostró su enfado en privado -según revelaron posteriormente varios medios marroquíes independientes- al ver cómo los medios oficiales marroquíes, y concretamente la televisión, editó sus declaraciones para que no apareciese la mención que el diplomático había hecho al "pueblo saharaui"», informa Efe.
 

Tras el reino alauí, el enviado de la ONU volará a la zona del Sahara Occidental ocupara por los marroquíes. Primero a El Aaiún, la capital del territorio abandonado por España en 1975, y posteriormente a Dajla -la que fue Villa Cisneros española-, ciudad que visitará por vez primera. Hasta que termine su gira el 3 de abril pasará también por Mauritania y Argelia, en cuya etapa volverá a reunirse con autoridades del Frente Polisario en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf.

Resucitar el diálogo

Ross tratará de que ambas partes, Marruecos y el Frente Polisario, acerquen posturas y retomen un diálogo directo que en la última década ha vivido varias citas en el estado de Nueva York sin que se haya aclarado en nada el futuro del conflicto. De hecho la ONU, organizadora de esos encuentros, reconoció que a aquello ni siquiera se le podía llamar negociaciones, apagando el optimismo que pudiera alumbrar a los pocos ilusos que quedan alrededor del problema.
 
Marruecos trató en 2012 de vetar al enviado al considerar su trabajo parcial, pero fue el propio secretario general de la ONU, Ban ki Moon el que públicamente aplaudió sus gestiones y lo confirmó en su puesto obligando a Rabat a plegar velas para no desacreditar más su postura.
El reino alauí sigue reclamando como propio el territorio de la ex colonia. El independentista Frente Polisario sigue exigiendo, apoyado en la doctrina de la ONU, la celebración de un referéndum de autodeterminación en el que la población local decida su futuro.
 

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