miércoles, 19 de enero de 2011

COMUNICADO DE LOS OBSERVADORES INTERNACIONALES SOBRE EL PROCESO CONTRA LOS MILITANTES SAHARAUIS EN CASABLANCA.

El 14 de enero de 2011, se celebró ante el Tribunal de Primera Instancia de Ain Seba’a de Casablanca (entre las 14.30 horas y las 2.30 de la mañana) la quinta y última audiencia del proceso contra los siete militantes saharauis (Brahim Dahane, Ahmed Nassiri, Ali Salem Tamek, Lachgre Degia, Yahdih Ettarouzzi, Rachid Sghavar, y Saleh Lebaihidi). Los tres primeros de la lista fueron detenidos el 8 de octubre de 2009.   

Francesco Marco de Martino (traducido por Juan Soroeta).


Estuvieron presentes como observadores el abogado Francesco Marco de Martino (Nápoles), asistido por el intérprete de árabe Fahtih Najah; Matthew Lehrfeld, del consulado de EEUU en Casablanca; Dagmar Schmidt Tartagli, de la embajada de Suiza en Marruecos, además de otros de nacionalidad sueca y de otros países. Por parte de la prensa asistió el corresponsal argelino de la agencia APS, Lounis Bahet.

Todo el proceso consistió en el interrogatorio de los acusados presos y las intervenciones de los demandantes (partes civiles) y de los abogados marroquíes de la defensa. El Fiscal pidió la pena máxima de 5 años de prisión firme contra los acusados. El Tribunal anunció la publicación del veredicto para el día 28 de enero de 2011.

La audiencia, que se extendió desde las 14h30 del mediodía hasta las 2h30 de la mañana, se caracterizó por el mismo clima de intimidación contra los observadores de las audiencias precedentes, manifestada mediante actos hostiles que culminaron con el robo del bloc donde el abogado Francesco Marco de Martino tomaba notas.

Los abogados saharauis de la defensa (Abd El AzizNwidi, Mohamed Boukhaled, Mohamed Elhabi Erguibi, Razaid Lahmad, Abd Ellah Shallouk, y Mohamed Fadel Leili) boicotearon el procedimiento por no darse las condiciones mínimas que deben caracterizar un proceso equitativo, dadas las violentas manifestaciones de carácter político desarrolladas dentro del recinto mismo del tribunal, e incluso en el interior de la sala de audiencias, y las agresiones verbales y físicas contra los acusados, los abogados y los observadores internacionales.

La defensa de los acusados fue asegurada, pese a todo, por la valiente presencia de los abogados marroquíes Mustapha Errachidi, Mohamed Sadkod, y Masoidi Mohamed Sabbar.

En el curso de esta audiencia los observadores pudieron tomar nota de lo siguiente:
Ante el edificio del Tribunal se concentraron numerosos manifestantes con banderas que proclamaban “la pertenencia del Sahara Occidental” a Marruecos. El observador italiano y su intérprete de lengua árabe, al igual que los representantes diplomáticos, fueron empujados por un grupo de mujeres que proclamaban “la pertenencia del Sahara Occidental” a Marruecos, y su fidelidad al rey, hasta el punto de llegar a obligar al representante de la Confederación suiza a refugiarse detrás de unas vallas.

Alrededor de las 14.10 se permitió el acceso al tribunal (por una sola entrada) a los observadores, a los diplomáticos y a los periodistas, pero también "al público", sin que la policía pusiera orden, convirtiendo el paso en un embudo estrecho y agobiante.

El procedimiento de acceso a la sala de audiencias, a diferencia de la última vez, fue rápido. A los observadores se les retiraron los teléfonos móviles, algunos de los cuales fueron requisados. Por contra, se permitió el acceso a la Corte a personas provistas no sólo de cámaras de fotos, sino también de banderas marroquíes y fotos del rey, e incluso de teléfonos móviles, que, a pesar de la prohibición, utilizaban delante de la policía.

En la Sala de audiencias había un centenar de personas. Los observadores fueron invitados a sentarse en la parte trasera. La multitud en la sala y la presencia de numerosos abogados de pie delante de los jueces (algunos de los cuales no tenían relación alguna con el proceso) impidió una vez más que los observadores siguieran visualmente el juicio, y escucharan lo que sucedía en la parte delantera de la misma.

En la audiencia no había ningún saharaui, y tampoco comparecieron los acusados en libertad bajo fianza. De acuerdo con las noticias facilitadas por los abogados defensores, al igual que en la última audiencia, éstos habían renunciado a comparecer en el juicio a causa de los ataques sufridos durante las primeras audiencias.

El observador italiano fue objeto de intimidaciones hasta el punto de que le robaron su bloc de notas durante una pausa del proceso, ante los ojos de muchos oficiales de policía presentes en la sala (cabe señalar que el robo es castigado por el art. 505 del Código Penal de Marruecos con una pena de 1 a 5 años de prisión).

Los abogados que defendieron a los acusados no pudieron tomar la palabra hasta las 22.00 horas; hasta entonces hicieron uso exclusivo del tiempo los demandantes (que en número de diez, fueron admitidos a partir de la última audiencia) y el Presidente de los jueces, que realizó el interrogatorio a los acusados.

El Presidente evitó adoptar cualquier medida disciplinaria o policial, y permitió a las numerosas partes civiles insistir en cuestiones de carácter político y jurídico, no procesales, alargando de esta forma el juicio hasta un horario tan inusual como inapropiado para la conclusión de una audiencia (las 2:30 horas). Igualmente, permitió al público ponerse de pie en varias ocasiones y usar los teléfonos móviles durante la audiencia, y prohibió al observador italiano hablar con el periodista argelino.

Además de no identificar a los autores del robo del bloc de notas, la policía impuso al intérprete de árabe del observador italiano el silencio absoluto, dificultando así la traducción de lo que estaba sucediendo en la audiencia.

Algunos abogados marroquíes que se distinguieron en los procesos precedentes por su actitud violenta y agresiva contra los acusados, sus defensores y los observadores, se presentaron en esta audiencia como abogados de la parte civil, como representantes de numerosas asociaciones tales como la Asociación de marroquíes en el mundo, el Movimiento Internacional para apoyar la realización de la integridad del Reino de Marruecos o el Consejo de la Prefectura de Marruecos. La policía les dio la bienvenida y les abrazó calurosamente antes y después de sus intervenciones en varias ocasiones.

El interrogatorio llevado a cabo por el Presidente y los defensores de la parte civil (demandante) contra los acusados tuvo como único objetivo establecer la actividad y las convicciones políticas de estos últimos.

En conclusión, el observador destaca que la audiencia celebrada el 14 de enero de 2011 se ha caracterizado por:
- La persistencia de intimidaciones contra los acusados, sus defensores y los observadores internacionales, que culminaron con el robo del bloc de notas del observador italiano ante los ojos de las fuerzas del orden.
- La ausencia de los acusados en libertad bajo fianza, sus familias y parte de sus abogados defensores, como consecuencia de las agresiones físicas sufridas durante las audiencias precedentes.
- La parcialidad de la dirección del juicio por parte del Presidente de los jueces.

Por otra parte, a la vista de las preguntas y contenidos de los interrogatorios de los acusados, parece que el juicio tiene como único objeto establecer la actividad y la convicción política de estos últimos.

En este contexto, y con independencia de cualquier otra cuestión, el observador internacional confirma por enésima vez que el juicio no se lleva a cabo de acuerdo con los cánones universalmente reconocidos de lo que debe ser un juicio justo.

Casablanca, 14, 15 de enero de 2011.

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