El pasado 14 de enero de 2011, se llevó a cabo ante la Corte Ain Seba'a en Casablanca el juicio, quinta audiencia, contra los 7 defensores de derechos humanos, (Dahane, Nassiri Ahmed, Ali Salem Tamek Lachgre Degia, Ettarouzzi Yahdih, Sghavar Rashid, Saleh Lebaihidi), que duró desde las 14:30 horas hasta las 2:00 de la madrugada. Los tres primeros en la lista se encuentran en prisión desde el 08 de octubre 2009. Los observadores que estuvieron presentes fueron el abogado Marco Fancesco Martino (Nápoles), asistido por el intérprete de árabe Najah Fahtih.
La sesión se caracterizó por el mismo clima de intimidación a los observadores (como en el resto de las sesiones anteriores), así como por los actos hostiles; inclusive con el robo del bloc de notas, donde el abogado Marco Francesco De Martino tomaba las notas de la vista.
Los abogados defensores saharauis (Abdelaziz Noidi, Mohamed Boukhaled, Mohamed R'guibi, Bazid Lahmad, Abdallah Chalouk y Mohamed Fadel) boicotearon el procedimiento por falta de condiciones mínimas que caracterizan a un juicio justo. Este boicot es como resultado de la violencia política contra los acusados, que tuvo lugar en la sala de audiencias y después de los ataques verbales y físicos contra los acusados, los abogados de la Defensa y los observadores internacionales.
Los acusados estuvieron defendidos por los abogados marroquíes Mustapha Errachidi, Mohamed Sadkod, Mohamed Sabbar Masoidi.
Durante esta audiencia, los observadores han constatados: Había manifestantes en el Tribunal, numerosas banderas y vitoreando la pertenencia del Sahara Occidental a Marruecos. El observador italiano y el intérprete de árabe, así como representantes diplomáticos, fueron empujados por un grupo de mujeres que gritaban integración del Sahara Occidental a Marruecos y la lealtad al rey, obligando al representante de la Embajada Suiza a protegerse tras las vallas.
Por último, alrededor de las 14:10, se obligó a entrar por la misma puerta a los observadores, diplomáticos, periodistas y el público sin que la policía evitase que se convirtiera en un embudo estrecho y agobiante.
El procedimiento de acceso a la sala, a diferencia de la última vez, fue rápido. A los observadores les quitaron los teléfonos móviles y algunos de ellos fueron registrados. Por el contrario, se permitió el acceso a la corte de aquellos manifestantes marroquíes que portaban cámaras, banderas marroquíes y fotos del rey, incluso, la defensa y la policía hacían uso de sus teléfonos móviles.
Había un centenar de personas en la sala del tribunal. Los observadores fueron invitados a sentarse en la parte trasera de la sala, estando de pie, numerosos abogados marroquíes que no participaban en el juicio, impedían la visión y dificultaban el seguimiento del juicio.
En la sala no había saharaui y los acusados en libertad no estuvieron presentes. De acuerdo a las noticias extraídas de los abogados defensores, no asistieron ante el temor de ser agredidos, como lo fueron en las primeras audiencias.
El observador italiano fue intimidado hasta el punto de que le fue sustraído su bloc de notas durante un receso del juicio, en presencia de muchos oficiales de policía presentes en la sala (cabe señalar que el robo es castigado por el art. 505 del Código Penal de Marruecos con una pena de 1 a 5 años de prisión).
Los abogados de la defensa comenzaron sus alegatos a partir de las 22:00 horas, ya que antes habían intervenido las acusaciones particulares y se había realizado el interrogatorio a los acusados por el Presidente del Tribunal.
El presidente no ha podido jugar ningún papel, y las intervenciones de las partes consistió en argumentos políticos y no procesales, provocando de esta manera un horario inusual para la finalización (2:30 horas de la madrugada).
Durante la sesión, había numeroso público de pie y utilizaban los teléfonos móviles. Por el contrarios, se le prohibió al observador italiano hablar con el periodista argelino.
Si bien la policía no identificó a los autores del robo del bloc de notas, sin embargo no permitieron al observador hablar con su intérprete, lo que dificultó la traducción de lo que estaba sucediendo en la audiencia.
Algunos abogados que se han distinguido en las sesiones anteriores por una actitud violenta y agresiva contra los acusados, comparecían como abogados acusadores de las asociaciones civiles marroquíes, como la Asociación marroquíes en el mundo, el Movimiento Internacional para apoyar la realización de la integridad del Reino de Marruecos, el Consejo de la Prefectura de Marruecos. La policía les dio la bienvenida y se les felicitó antes y después de sus intervenciones.
La actuación del Presidente y de los abogados de las acusaciones, ha demostrado que se trata de un juicio político.
Las conclusiones de esta observación son las siguientes:
- La continua intimidación hacia los acusados, abogados defensores y observadores internacionales, que culminó con el robo del bloc de notas del observador italianos.
- La ausencia de los acusados en libertad, familiares de los encausados y abogados saharauis de la defensa, son consecuencia de las agresiones sufridas en las audiencias anteriores.
- Intervención parcial del Presidente del Tribunal. Además de atender a las protestas y el contenido de los interrogatorios de los acusados, parece que el juicio tiene como único fin la actividad y la convicción política de este último.
En este contexto (con independencia de cualquier otro asunto), el observador internacional confirma por enésima vez que el juicio no se lleva a cabo de acuerdo a los cánones universalmente reconocidos como juicio justo.
Casablanca, 14 y 15 en enero de 2011.
Marco Francesco De Martino
Los abogados defensores saharauis (Abdelaziz Noidi, Mohamed Boukhaled, Mohamed R'guibi, Bazid Lahmad, Abdallah Chalouk y Mohamed Fadel) boicotearon el procedimiento por falta de condiciones mínimas que caracterizan a un juicio justo. Este boicot es como resultado de la violencia política contra los acusados, que tuvo lugar en la sala de audiencias y después de los ataques verbales y físicos contra los acusados, los abogados de la Defensa y los observadores internacionales.
Los acusados estuvieron defendidos por los abogados marroquíes Mustapha Errachidi, Mohamed Sadkod, Mohamed Sabbar Masoidi.
Durante esta audiencia, los observadores han constatados: Había manifestantes en el Tribunal, numerosas banderas y vitoreando la pertenencia del Sahara Occidental a Marruecos. El observador italiano y el intérprete de árabe, así como representantes diplomáticos, fueron empujados por un grupo de mujeres que gritaban integración del Sahara Occidental a Marruecos y la lealtad al rey, obligando al representante de la Embajada Suiza a protegerse tras las vallas.
Por último, alrededor de las 14:10, se obligó a entrar por la misma puerta a los observadores, diplomáticos, periodistas y el público sin que la policía evitase que se convirtiera en un embudo estrecho y agobiante.
El procedimiento de acceso a la sala, a diferencia de la última vez, fue rápido. A los observadores les quitaron los teléfonos móviles y algunos de ellos fueron registrados. Por el contrario, se permitió el acceso a la corte de aquellos manifestantes marroquíes que portaban cámaras, banderas marroquíes y fotos del rey, incluso, la defensa y la policía hacían uso de sus teléfonos móviles.
Había un centenar de personas en la sala del tribunal. Los observadores fueron invitados a sentarse en la parte trasera de la sala, estando de pie, numerosos abogados marroquíes que no participaban en el juicio, impedían la visión y dificultaban el seguimiento del juicio.
En la sala no había saharaui y los acusados en libertad no estuvieron presentes. De acuerdo a las noticias extraídas de los abogados defensores, no asistieron ante el temor de ser agredidos, como lo fueron en las primeras audiencias.
El observador italiano fue intimidado hasta el punto de que le fue sustraído su bloc de notas durante un receso del juicio, en presencia de muchos oficiales de policía presentes en la sala (cabe señalar que el robo es castigado por el art. 505 del Código Penal de Marruecos con una pena de 1 a 5 años de prisión).
Los abogados de la defensa comenzaron sus alegatos a partir de las 22:00 horas, ya que antes habían intervenido las acusaciones particulares y se había realizado el interrogatorio a los acusados por el Presidente del Tribunal.
El presidente no ha podido jugar ningún papel, y las intervenciones de las partes consistió en argumentos políticos y no procesales, provocando de esta manera un horario inusual para la finalización (2:30 horas de la madrugada).
Durante la sesión, había numeroso público de pie y utilizaban los teléfonos móviles. Por el contrarios, se le prohibió al observador italiano hablar con el periodista argelino.
Si bien la policía no identificó a los autores del robo del bloc de notas, sin embargo no permitieron al observador hablar con su intérprete, lo que dificultó la traducción de lo que estaba sucediendo en la audiencia.
Algunos abogados que se han distinguido en las sesiones anteriores por una actitud violenta y agresiva contra los acusados, comparecían como abogados acusadores de las asociaciones civiles marroquíes, como la Asociación marroquíes en el mundo, el Movimiento Internacional para apoyar la realización de la integridad del Reino de Marruecos, el Consejo de la Prefectura de Marruecos. La policía les dio la bienvenida y se les felicitó antes y después de sus intervenciones.
La actuación del Presidente y de los abogados de las acusaciones, ha demostrado que se trata de un juicio político.
Las conclusiones de esta observación son las siguientes:
- La continua intimidación hacia los acusados, abogados defensores y observadores internacionales, que culminó con el robo del bloc de notas del observador italianos.
- La ausencia de los acusados en libertad, familiares de los encausados y abogados saharauis de la defensa, son consecuencia de las agresiones sufridas en las audiencias anteriores.
- Intervención parcial del Presidente del Tribunal. Además de atender a las protestas y el contenido de los interrogatorios de los acusados, parece que el juicio tiene como único fin la actividad y la convicción política de este último.
En este contexto (con independencia de cualquier otro asunto), el observador internacional confirma por enésima vez que el juicio no se lleva a cabo de acuerdo a los cánones universalmente reconocidos como juicio justo.
Casablanca, 14 y 15 en enero de 2011.
Marco Francesco De Martino
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