De nuevo
el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha decidido renovar el mandato de su misión para el Sahara Occidental por un año más. La historia se repite desde hace años. Los países miembros se reúnen y deciden alargar el funcionamiento de esta institución, creada en 1991 tras el alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario, que tiene en sus estatutos varias funciones establecidas. A saber: Supervisar la cesación del fuego; Verificar la reducción de tropas de Marruecos en el Territorio; Supervisar la restricción de las tropas de Marruecos y el Frente POLISARIO a los lugares señalados; Tomar medidas con las partes para asegurar la liberación de todos los prisioneros políticos o detenidos del Sáhara Occidental; Supervisar el intercambio de prisioneros de guerra (Comité Internacional de la Cruz Roja); Hacer efectivo el programa de repatriación (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados); Identificar y registrar a las personas con derecho a voto; Organizar y asegurar la realización de un referéndum libre y justo, y dar a conocer los resultados.
Pues bien, a pesar de que el alto el fuego militar se mantiene, en lo que se refiere a combate abierto entre ejércitos, ya que los militares marroquíes son utilizados en multitud de ocasiones para
patrullar las calles de las ciudades saharauis y fueron, por ejemplo, los asesinos del menor
El Garhi Najem (Campamento de Gdeim Izik), sobre la liberación de presos políticos ya conocerán las cifras de saharauis aún encerrados en cárceles marroquíes (
pese a las recientes excarcelaciones), las repatriaciones también tienen sus fallos y, evidentemente, a pesar del censo realizado (no aceptado por Marruecos), la realización del referéndum dista mucho de producirse.
Bajo estas circunstancias, la Minurso nunca ha tenido supervisión directa ni indirecta sobre los DD.HH. en los territorios ocupados del Sahara Occidental, función que sí que está otorgada en el resto de misiones especiales desplegadas por la ONU a lo largo del mundo. Ni que decir tiene que las
violaciones a los Derechos Humanos por parte de Marruecos hacia los saharauis son constantes, como así han venido denunciando tanto ONG de prestigio internacional como las propias ONG saharauis,
también reconocidas internacionalmente. La nueva resolución aprobada, que amplía hasta 2012 el trabajo de la Minurso, incluye la novedad de un llamamiento a las partes de la “importancia de mejorar la situación de los Derechos Humanos en el Sahara Occidental y los campamentos de refugiados de Tinduf" (Argelia)”. Además pide a Marruecos y el Frente Polisario que colaboren con la comunidad internacional para “desarrollar y poner en marcha medidas independientes y creíbles para asegurar el completo respeto a los Derechos Humanos”. Esto ya es en sí una novedad, porque es la primera vez que queda escrito de forma tan directa. Así lo ha manifestado Mohamed Khadad, miembro del Secretariado Nacional del Polisario. “Reconocemos que es muy importante que el Consejo haya prestado atención a los derechos humanos en el Sahara Occidental por primera vez”, dijo. Pero esta pequeña frase en la nueva resolución no es más que palabras sobre papel mojado, ya que
si tienen claro que existen violaciones de Derechos Humanos, ¿por qué no lo remedian? Y si Marruecos dice que no viola Derechos Humanos y que quién los viola es el F. Polisario en Tinduf, ¿por qué impide que se incluya la supervisión de estos, lo que demostraría su afirmación?, quizás sea porque Marruecos sabe que su afirmación es tan falsa como las intenciones de la MINURSO.
Las peticiones históricas de asociaciones prosaharauis y del propio Frente Polisario, así como otros miembros de la ONU tales como Sudáfrica, por ejemplo, se basan en la necesidad de que sea la propia Minurso la que supervise directamente los DD.HH. Para entendernos, que sus cerca de 500 miembros hagan algo cuando los saharauis se manifiestan y son reprimidos brutalmente o cuando la policía marroquí entra en sus casas para agredirlos, amedrentarlos o detenerlos arbitrariamente. Esto no sucederá tampoco durante este período.
Pero lo que más llama la atención es la inclusión dentro del texto oficial de la “bienvenida al establecimiento en Marruecos de un Consejo Nacional de Derechos Humanos y de su sección sobre el Sahara Occidental, así como el compromiso marroquí para asegurar el acceso sin obstáculos al Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU”. Traduciendo, esto no es más que otorgar legitimidad a Marruecos para vigilar que no se produzcan violaciones contra los saharauis. Es decir, que
el torturador histórico ahora de repente se convierte, con el beneplácito y el reconocimiento de la ONU, en el actor capaz de reconducir la situación y denunciar estos abusos. Evidentemente, el discurso floral de los enviados marroquíes no se hizo esperar. “Marruecos ha dado pasos con la reforma de su Constitución y la renovación de su CDH, que tendrá una representación en el Sahara Occidental y que significa que cualquier violación de esos derechos será tratada rápida y eficientemente con credibilidad", indicó Mohamed Lulichki, representante en la ONU. Además, destacó que "Marruecos se compromete a trabajar con los organismos de Naciones Unidas que tratan los derechos humanos”.
El cinismo de esta institución se vuelve a hacer patente respecto a este conflicto.
El grupo de “Amigos” del Sahara (España, EE.UU., Francia, Gran Bretaña y Rusia) ha sido el impulsor de esta nueva resolución con la que pretenden darse un lavado de cara frente a las críticas y hechos evidentes, cada día más, de represión a los saharauis. Se quitan la presión de hacer mención a los derechos humanos pero confían en Marruecos para arreglarlo en vez de tener que ser ellos los que se mojen directamente. Con países “amigos” como estos, los saharauis no necesitan enemigos.
Un vez más se vuelve a demostrar el tremendo poder de Marruecos en la comunidad internacional. Una vez más con la complicidad de España, claro. Una vez más los saharauis seguirán siendo reprimidos, los marroquíes justificarán sus actos diciendo que son terroristas, delincuentes o borrachos y drogadictos. Y una vez más los coches de la ONU seguirán aparcados en los hoteles de cinco estrellas construidos específicamente para ellos en El Aaiún y organizando fiestas y actividades de dudoso prestigio. Una vez más: ¡El Sahara sigue en lucha! ¿Hasta cuándo?
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