miércoles, 5 de enero de 2011

Hussein Ndur: Detenciones políticas a defensores de Derechos Humanos

El sábado, día 9 de diciembre de 2010, fueron detenidos los defensores saharauis de derechos humanos, Hussein Ndur, El Mustafa Labras y la activista saharaui Oum Fadli Jaouda, en el aeropuerto de El Aaiún, en el Sáhara Occidental, cuando se disponían a viajar hacia Sudáfrica, para participar en el Encuentro Mundial de las Juventudes.

El sábado 11 de diciembre de 2010, tras su comparecencia ante el Tribunal de Apelación en El Aaiún (Sáhara Occidental), el Juez de Instrucción del Tribunal ordenó el traslado de los tres a la Cárcel Negra de El Aaiún.

Hussein Ndur, es un activista saharaui de Derechos Humanos muy conocido en el Sáhara. Nació en 1980 en la ciudad de El Aaiún, capital del Sahara Occidental. En aquellos momentos se vivía una de las peores épocas en el Sáhara Occidental, la ciudad de El Aaiún estaba totalmente bloqueada por un muro, plagado de minas, que aislaba cada ciudad del Sahara. Estos muros fueron levantados por Marruecos, durante la guerra contra el Frente Polisario, como germen del muro de más de 2.750 km que divide el Sáhara de norte a sur, construido con el asesoramiento de Israel. Dichos muros que rodeaban las ciudades saharauis fueron eliminados por Marruecos, cuando el muro de la vergüenza medía la longitud necesaria para impedir el avance del Frente Polisario.


Imágenes grabadas en Agosto 2010

Hussein Ndur fue detenido por primera vez en el 2005, por su participación en las protestas pacíficas saharauis, realizadas durante ese año, denominadas como Intifada saharaui. Su detención fue sumada a los cientos de arrestos y condenas que realizó Marruecos, contra la población saharaui, durante la mayor protesta pacífica, de saharauis, conocida hasta entonces, reivindicando el inalienable Derecho a la autodeterminación de su pueblo.

Esta detención se produjo en El Aaiún, el 28 de mayo de 2005, y Marruecos excusó su arresto el 3 de agosto del mismo año, con su condena, por el Tribunal marroquí de esta ciudad, y posterior ingreso en la Cárcel Negra de El Aaiún, con el número de preso: 129/2005. La condena fue por 4 años, pero terminó siendo liberado el día 25 de marzo de 2006, tras casi un año. Durante su encarcelamiento, sufrió graves torturas por parte de los funcionarios marroquíes de la cárcel, llegando a romperle el brazo izquierdo y posteriormente tener que operarse por ello, sufriendo aún las secuelas que limitan su movimiento y fuerza. Los delitos imputados fueron: formar banda criminal, bloquear la vía pública con barricadas, rebeldía y huelga…

Pero la verdad es otra, Hussein Ndur  es un activista saharaui de Derechos Humanos, como decenas de los detenidos saharauis, que sufre la represión y hostigamiento diario del ocupante marroquí. Siendo condenado por delitos de manifestación, disturbios, crímenes ordinarios o condenas falsas con las que Marruecos reprime y limita la lucha del pueblo saharaui, y siendo en realidad detenciones políticas. Según Human Rights Watch, “los activistas no violentos  son sometidos a juicios injustos y son encarcelados”.

Después de su puesta en libertad, el 31 de agosto de 2006, fue interceptado en una calle de El Aaiún y, según denuncia CODAPSO, fue torturado salvajemente, apaleado y tirado a las afueras de la ciudad, junto con otros saharauis, por los cuerpos de represión marroquíes (GUS y fuerzas auxiliares). Estas agresiones se repitieron, exactamente de la misma forma, en más de 10 ocasiones, según relata nuestro compañero Hussein en su testimonio.

Desde entonces, su lucha activa y pacífica, por la defensa de los Derechos Humanos del pueblo saharaui, no ha cesado.

Otro ejemplo de esta lucha pacífica y posterior represión marroquí, es lo sucedido el día 18 de julio de 2010, cuando, tras la participación de varios activistas saharauis en un Congreso realizado en Argelia, con su regreso a El Aaiún, se produjo el recibimiento de esta Delegación en su casa, cercana a la avenida Bucraá. Durante este, la policía marroquí, como es habitual, reprimió la llegada de los activistas con elevada violencia. El recibimiento se saldó con varios heridos saharauis, españoles y elevados desperfectos en la vivienda de la familia de Hussein Ndur, debido a las piedras que lanzaba la policía marroquí vestida de paisano. En esta ocasión, también fue agredido el compañero Javier Sopeña, que se encontraba allí como observador internacional.


La última consecuencia que ha sufrido nuestro compañero Hussein Ndur, debido a la ocupación ilegal marroquí y las estrategias represoras del Régimen, es su última detención y encarcelamiento.
Tras el brutal desmantelamiento del Campamento de la Dignidad, en Gdeim izik, y los posteriores disturbios y violencia ejercida por las fuerzas de represión marroquíes contra toda la población saharaui de El Aaiún, Marruecos ha decidido aniquilar todo signo de lucha saharaui, encarcelando a un elevadísimo número de hombres saharauis y varias mujeres, propinándoles graves torturas y encarcelándoles por supuestos delitos de disturbios, destrozos en el mobiliario urbano, creación de bandas organizadas y atentado contra la Seguridad Nacional. Las penas pueden llegar a suponer la pena de muerte de los acusados saharauis.

Es en estos momentos, tras el desmantelamiento del Campamento, cuando 40 activistas saharauis de Derechos Humanos fueron invitados al Encuentro Mundial de la Juventud en Sudáfrica y al 50 Aniversario de la Resolución de la ONU 15.14 (por el Derecho a la Autodeterminación de los pueblos coloniales). En su intento para realizar su traslado a esos países, Marruecos ha impedido la salida de, al menos, 13 de ellos y ha encarcelado a 7 de los mismos. Entre ellos se encuentra el expreso político Hussein Ndur. El motivo esgrimido para proceder a la detención de estos saharauis defensores de los derechos humanos, por parte de la policía del aeropuerto, fue una orden de busca y captura interpuesta por el fiscal del Tribunal de Apelación para ser interrogados por la Gendarmería marroquí sobre su relación con el Campamento Gdeim Izik, encontrándose a la espera de su comparecencia ante el Ministerio Público.

Hoy en día, los más de 140 presos saharauis que se encuentran en la Cárcel Negra de El Aaiún, según denuncia CODESA, producto del brutal desmantelamiento de Gdeim Izik y posteriores días, están divididos en varias celdas, con alrededor de 30 personas en cada una. Sus condiciones son infrahumanas y las torturas y malos tratos no cesan en ningún momento. En los últimos días, los funcionarios de la prisión están ofreciendo mejoras, como ducha, finos colchones o alguna manta, pero está supuesta “mejora de condiciones” no va acompañada de un mejor trato, sino todo lo contrario. Los saharauis piensan que se acerca la llegada de algún tipo de Comisión de control, interna o externa, y que esto es un sucio intento de “lavado de imagen” por parte de Marruecos, ya que, lo cierto es que, aunque ahora tengan un raquítico colchón, los malos tratos sobre ellos continúan salvajemente.

Hussein Ndur es un detenido más, otro joven saharaui, que defiende y lucha pacíficamente contra la ocupación marroquí y por los Derechos Humanos de su pueblo. Como activista de Derechos Humanos que es, representa uno de los principales compañeros que colaboran con Thawra. Su activismo pacífico es conocido y respetado por todos, y su encarcelamiento sin fundamento verídico esconde una brutal e injusta violación de sus Derechos y un intento desesperado de acabar con su valioso trabajo por la autodeterminación de su Pueblo, el pueblo saharaui.


Somos muchos los españoles que nos hemos sentido queridos y protegidos en su casa, somos muchos a los que nos ha tendido su mano cuando nuestra integridad corría peligro, por el hostigamiento que Marruecos también comete contra cualquier ciudadano de otro país que acude como observador al Sahara Occidental, especialmente si es español. Son muchas las ocasiones en las que este compañero nos ha impresionado con su valor y entereza, con su seguridad en la lucha pacífica de su pueblo y con su convencimiento aplastante de la futura y próxima liberación del pueblo saharaui.

Desde Thawra, exigimos su inmediata puesta en libertad, ya que no es cometedor de ningún delito, tan solo el de participar como un saharaui más en la vida cotidiana del Campamento de la Dignidad, tan solo eso. Exigimos que se le libere por ello, demostrándose su inocencia con un juicio justo y transparente, en el que pueda ejercer su derecho a declarar su versión, sin presión o coacción por ello, y pueda contar con un abogado elegido por él, como marca la Ley, para ejercer su defensa.

Son muchos los presos de conciencia saharauis que se encuentran en la Cárcel Negra de El Aaiún o en la Cárcel marroquí de Salé, a la espera de juicio. Soportando sobre ellos duras acusaciones, por parte del Gobierno marroquí. El brutal desmantelamiento del Campamento protesta de Gdeim Izik, se ha saldado con cientos de detenidos saharauis a los que, Marruecos, está violando todos los Derechos. Las torturas son indescriptibles hasta por ellos mismos y sus condiciones son infrahumanas. En principio, sus familiares pueden visitarles una vez a la semana, si los funcionarios de prisión consideran que están medianamente visibles, si no fuera así, esa semana niegan la entrada de la familia que corresponda. Estos presos saharauis no están teniendo acceso, ni tan solo a gozar de sus mínimos Derechos, contemplados en las Normas mínimas para el trato de reclusos adoptadas por  el Consejo Económico y Social de la ONU en sus Resoluciones nº 663 de 31 de julio de 1957 y nº 2076 de 13 de mayo 1977.
Nosotros queremos alertar de la gravedad de esta situación, al igual que lo es
tán haciendo las Organizaciones Internacionales Human Rights Watch y Amnistía Internacional o  saharauis y marroquies como CODESA y AMDH, exigen de forma contundente a Marruecos que cese esta política represora e ilegal que está cometiendo contra toda la población saharaui, especialmente de El Aaiún, permitiendo el fin de la descolonización y la legítima autodeterminación del pueblo saharaui, único dueño legal e histórico del Territorio.



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