"A Degja se la llevaron por la fuerza de su casa una
tarde de 1980. La metieron en el capó de un 'land rover' unos policías y durante
años la condujeron de una prisión secreta a otra, donde ha pasado 11 años de su
juventud temiendo siempre los interrogatorios y la
tortura."
"Soukaina ha vivido también 11 años en una celda
angosta. Después de su arresto, su hija pequeña murió de hambre porque nadie
pudo ocuparse de ella. Todavía no había cumplido un
año."
"Leila es una moderna Antígona, atormentada por la
imposiblidad de dar sepultura al cadaver de su hermano Said, muerto en diciembre
de 2010. La familia no ha dejado de reclamar al gobierno marroquí la autopsia
del cuerpo del muchacho, al que mató la policía en circunstancias ambiguas.
Hasta ahora no han tenido ninguna respuesta".
Estos son algunos de los testimonios recogidos por la
periodista Emanuela Zuccalà y la fotógrafa Simona Ghizzoni en 'Just to let you
know that I'am alive' (Sólo para hacerte saber que estoy viva), un documental
multimedia y una seríe de instantáneas que recogen de manera precisa la
situación de las mujeres saharauis y el impacto de la guerra en sus vidas.
Zuccalà y Ghizzoni, que desde hace tiempo trabajan juntas en torno al tema de la
violencia contra las mujeres, han recorrido el Sáhara Occidental y los campos de
refugiados del sur de Argelia para reconstruir, a través de testimonios, diarios
y viejas fotografías, la historia del pueblo saharaui desde una perspectiva
femenina e íntima, y han experimentado en primera persona el obsesivo control
marroquí del territorio ocupado y la extrema miseria en la que viven los
refugiados en los campamentos argelinos, compartiendo con estas mujeres el rito
del té, la falta de agua y la escasez de comida. "Las vidas de estas mujeres
saharauis", confiesan las reporteras, "son en realidad símbolo de problemas
universales, como el impacto de la guerra en la vida y el alma de los
individuos; la existencia, aún hoy, de muros que marcan fronteras artificiales y
crueles entre los pueblos, o el uso de la violencia sobre las mujeres como arma
de guerra." La fotógrafa Simona Ghizzoni ha recibido en dos ocasiones el
prestigioso premio World Press Fhoto, y Emanuela Zuccalà, periodista de Io
Donna, suplemento semanal femenino del Corriere de la Sera, posee igualmente
numerosos premios italianos e internacionales por sus trabajos de
investigación.
En la
financiación de 'Just to let you know that I'am alive' ha participado la ONG
norteamericana The Aftermath Project, mediante la concesión de una beca que les
permitió viajar a terreno, aunque la realización total del proyecto -la
postproducción de la película de 25 minutos, de la que aquí presentamos un
'trailer'- está siendo posible gracias a la campaña de 'crowd funding' que las
reporteras están llevando a cabo en Emphasis, una página web a través de la cual
los usuarios pueden financiar directamente el montaje de la película a partir de
10 dólares. A cambio, los 'inversores' reciben, desde un DVD del documental,
seminarios personalizados sobre periodismo de investigación o fotografía de
reportajes, hasta fotografías en gran formato y edición
limitada
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