La Asociación Saharaui para la Defensa de Derechos Humanos (ASADEDH) ha condenado las "fuertes presiones" a las que supuestamente están sometidos su presidente, Ramdan Mesaud, y la diputada saharaui Gesmoula Ebbi "por haber denunciado y manifestado las graves violaciones de Derechos Humanos a las que fue sometida la población saharaui después del 'Lunes negro'".
Asimismo, han querido hacer llegar su solidaridad con toda la prensa extranjera y en especial a la prensa española, "ya que sólo intentan hacer su trabajo, que es el de informar, y están impedidos de ejercer su labor con entera libertad por las continuas amenazas que recibe de parte de las autoridades marroquíes, y en particular por parte del Ministerio de Comunicación".
A través de un comunicado, han denunciado además que siguen las intervenciones indiscriminadas en domicilios saharauis por parte de la Policía marroquí, y señalan como ejemplo de ello una intervención en el domicilio del miembro de la Comisión de Negociación del campamento saharaui de Igdeim Izik, Ideich Idafi, y de su esposa, Icheteoui Hasnae, "que fue sometida a vejaciones y agresiones físicas por parte de las fuerzas policiales marroquíes".
Por otra parte, han criticado que las asociaciones saharauis "hayan sido marginadas y no se les haya permitido la participación en cualquier comisión de investigación", y han valorado que todo informe que saque cualquier organización marroquí sobre Derechos Humanos "carecerá de cualquier credibilidad por estar orientado".
Por último, han condenado y mostrado su "más enérgica repulsa" a las "agresiones recibidas por los estudiantes de secundaria saharauis en los institutos por parte de civiles no autóctonos, custodiados e incitados por miembros de la autoridad que sólo persiguen el crear el odio entre las dos comunidades". Por ello, han pedido a la autoridad competente que pare estas prácticas "que sólo alientan el odio y el racismo" y que "se depuren responsabilidades".
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