La Asamblea General, en 1997 y por recomendación del Consejo Económico y Social (decisión 251/1997), anunció el 26 de junio como el Día Internacional de Apoyo de las Naciones Unidas a las víctimas de la tortura (resolución 149/52, del 12 de diciembre de 1997).
El Día Internacional Contra la Tortura tiene como objeto la eliminación de la tortura y alcanzar la eficiencia del funcionamiento de la Convención de 1984 contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, que entró en vigor el 26 de junio de 1987.
Con ocasión del Día Internacional contra la Tortura, el buró ejecutivo del Colectivo de saharauis Defensores de derechos humanos CODESA, dedica un informe detallado sobre los casos de 17 defensores saharauis de derechos humanos que permanecen bajo detención política pasando penas privativas de libertad muy duras a causa de sus opiniones después de haber sido sometidos en su mayoría a tortura física y psicológica además de perseguirles con cargos endebles y falsificados que no conllevaban ninguna prueba concreta contra los acusados, todo esto con un solo fin, acabar con penas máximas y mantenerles encarcelados durante largos períodos para que no pudiesen continuar con sus actividades pro derechos humanos o seguir en contacto con las organizaciones y asociaciones internacionales de derechos humanos para exponer las violaciones graves contra los derechos de la población civil saharaui cometidas por el estado marroquí.
El Día Internacional Contra la Tortura tiene como objeto la eliminación de la tortura y alcanzar la eficiencia del funcionamiento de la Convención de 1984 contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, que entró en vigor el 26 de junio de 1987.
Con ocasión del Día Internacional contra la Tortura, el buró ejecutivo del Colectivo de saharauis Defensores de derechos humanos CODESA, dedica un informe detallado sobre los casos de 17 defensores saharauis de derechos humanos que permanecen bajo detención política pasando penas privativas de libertad muy duras a causa de sus opiniones después de haber sido sometidos en su mayoría a tortura física y psicológica además de perseguirles con cargos endebles y falsificados que no conllevaban ninguna prueba concreta contra los acusados, todo esto con un solo fin, acabar con penas máximas y mantenerles encarcelados durante largos períodos para que no pudiesen continuar con sus actividades pro derechos humanos o seguir en contacto con las organizaciones y asociaciones internacionales de derechos humanos para exponer las violaciones graves contra los derechos de la población civil saharaui cometidas por el estado marroquí.
Fuente: CODESA
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