viernes, 26 de julio de 2013

Robar es legal

PUBLICO   POSOS DE ANARQUIA  DAVID BOLLERO.  24 jul 2013
Imaginen que uno de sus vecinos guarda en un almacén cercano kilos y kilos de comida. Un buen día usted decide hablar con el presidente de la comunidad de vecinos porque el del cuarto le ha propuesto venderle los alimentos a buen precio. Tanto el presidente como usted mismo saben que con quien realmente están negociando no es el propietario legal de esa comida, pero les da igual: un buen trato es un buen trato.
Las reclamaciones del dueño legítimo de esos alimentos no les convencen para que, en lugar de comerciar con el vecino del cuarto, hacerlo con el verdadero propietario. Ni siquiera les hace dudar el hecho de que éste y su familia vivan muy por debajo del umbral de la pobreza y los productos negociados sean, en realidad, su comida.
Imaginen que en mitad de todo este proceso, un juez decreta que lo que han hecho usted y su vecino es ilegal y que debe corregirse la situación. En contra de lo previsible, se pasan por el arco del triunfo al juez y tanto usted como la comunidad en pleno deciden que, por esta vez, robar es legal . Antes de que siquiera el verdadero dueño pueda protestar ya han comenzado a vaciar el almacén.
Grotesco… ¿verdad?
Ahora piensen que usted es España, la comunidad de vecinos es la Unión Europea (UE) y el vecino del cuarto, Marruecos. ¿Qué es el almacén y a quién le pertenece? Pues el repositorio de alimentos serían los bancos de pesca del Sáhara y su propietario el pueblo saharaui. ¿Por qué España y la UE negocian entonces el tratado de pesca con Marruecos en lugar de hacerlo con el Frente Polisario, legítimo representante del pueblo saharaui? Diría más, ¿por qué tanto España como la UE y Marruecos violan conscientemente el Derecho Internacional y nadie, ni siquiera el juez (=ONU), parece darse por aludido?
Como sucedía en el caso del almacén, robar parece que es legal en algunos casos y para ciertos sujetos, en este caso, Estados. Curiosamente, uno de esos ladrones es España, cuyo Gobierno movilizó a los ministros de Interior y Justicia cuando un grupo de sindicalistas realizara un acto de protesta apropiándose de unos carritos de supermercado. Ahora, por los recursos naturales de todo un pueblo, no les tiembla la mano a la hora de robarlos. Increíble, pero cierto.
Actos como este infame acuerdo de pesca o como algunas de las últimas sentencias judiciales envían a la ciudadanía mensajes poco ejemplarizantes, puesto que robar nunca debería ser legal, aunque España esté infestada de ladrones de cuello blanco y rayos UVA. El problema, al parecer, es que para robar impunemente tan sólo hay que tener cuidado a quién se roba y, según la posición que se ocupe, con quién se reparte el botín.


Y así nos va.

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