Día 26/04/2012 - 04.19h
Los quince países integrantes del Consejo de Seguridad, entre los que se encuentra Marruecos como miembro temporal, han renovado una vez más por un plazo de un año la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso), establecida en 1991.
El acuerdo ha sido adoptado por unanimidad, lo que no ha impedido la polémica, sobre todo, por la ausencia del mandato de la Minurso a la hora de vigilar los abusos de los derechos humanos. Éstos aparecen referidos en el texto en varias ocasiones sin que ello implique cambio alguno en los encargos de la misión. No todas las misiones de paz de la ONU reciben el mandato de vigilar los derehos humanos, pero sí la mayoría.
La resolución 2044 (2012) adoptada el martes recuerda la necesidad de «mejorar la situación de los derechos humanos en el Sahara Occidental y en los campos de refugiados de Tinduf». Pide además a las dos partes, Marruecos y el Frente Polisario, que «colaboren con la comunidad internacional» para que «se garantice el pleno respeto» de los derechos humanos.
El embajador de Marruecos ante la ONU, Mohamed Loulichki, aplaudió la resolución. También lo hizo su gobierno desde Rabat a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores. Francia, que se opone a que los derechos humanos sean vigilados, es el principal valedor de Rabat. Son «cuestionen que no tienen nada que ver con la naturaleza de esa misión», señaló Loulichki.
«Doble rasero»
«No entendemos por qué la población del Sahara Occidental debería ser tratada diferente», se quejó en la ONU Baso Sangqu, el embajador de Sudáfrica, país aliado del Polisario, refiriéndose al «doble rasero» que supone que la Minurso, a diferencia de otras misiones, no tenga este mandato. Esto «no responde a la gravedad de la situación sobre el terreno», añadió el representante saharaui ante la ONU, Ahmed Bujari.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch (HRW) o Amnistía Internacional (AI) han incidido en la necesidad de que la ONU tome nota de lo que ocurre en este sentido. «Hemos reclamado que la misión de la ONU en el Sahara Occidental tenga el mandato de vigilar los derechos humanos», dijo la semana pasada a ABC Ann Harrison, de AI.
La ONU pide que pueda llevarse a cabo un censo con los refugiados que residen en los campos de Tinduf (sur de Argealia), cuya cifra exacta se desconoce. Solicita también a saharauis y marroquíes que colaboren para que la Minurso pueda desarrollar sus funciones y que sus integrantes tengan «una total libertad de circulación», dando a entender que no siempre la tienen.
La resolución, como en casos anteriores, se refiere también a la necesidad de adoptar una solución política que lleve a la «autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental», pero todo apunta a que el impasse actual siguirá impidiendo que esa «R» de la Minurso, que se refiere a la organización del referéndum, conduzca a corto o medio plazo a la celebración de la consulta.
Hace pocos días que el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, acusó a Marruecos de haberles espiado después de que, en al menos una ocasión, interceptaran las comunicaciones de la Minurso con Nueva York.
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