Rebelion Traducido del francés para Rebelión por Caty R.
Las verduras que crecen en el Sahara Occidental no pueden llevar la etiqueta de Marruecos, lo mismo que las verduras que crecen en Palestina no pueden etiquetarse como israelíes…
Y sin embargo en Francia por todas partes, en las tiendas y supermercados, encontramos tomates, calabacines y melones de las empresas productoras Idyl, Azura o Les Domaines etiquetados con la procedencia de Marruecos.
Pero esos productores donde encontramos los productos etiquetados con esos nombres, y también «étoiles du sud» o tomates Cherry de Carrefour… poseen inmensas superficies de invernaderos en Dakhla, en el Sahara Occidental. Por lo tanto, las frutas y verduras de esas empresas productoras con la etiqueta de Marruecos son ilegales, puesto que todos o parte de los productos proceden del Sahara Occidental.
No solo es una cuestión de lógica, sino también de derecho internacional. Igual que Palestina, el Sahara Occidental es una colonia. El derecho internacional –y respecto a este asunto particular el dictamen del Consejero Jurídico Hans Corel del Consejo de Seguridad en 2002, concretado en 2008- dice claramente que los recursos naturales que crecen en las tierras de un territorio no autónomo, una colonia, pueden explotarse con la autorización de los pueblos originarios, si eso les beneficia… y especialmente en el sentido insoslayable de la descolonización, de la opción del pueblo a decidir libremente su futuro.
Una doble condición que no se cumple en el caso de los productos de Dakhla. Las empresas citadas están implantadas y producen sin autorización de los saharauis, que no se benefician de ninguna forma directa ni indirecta. Incluso al contrario, los beneficios conseguidos gracias a esa economía, por ejemplo por el rey de Marruecos (leer Le roy prédateur, de Catherine Graciet y Eric Laurent), no le animan a conducir a su país hacia el derecho internacional y a acabar con la violenta colonización de su vecino.
Los saharauis de los territorios ocupados denuncian el saqueo de sus tierras, el agotamiento del agua fósil, el barrido de los camiones que transportan los productos… Los saharauis, que sobreviven gracias a la ayuda internacional desde hace 37 años en campamentos de refugiados, apenas toman verduras frescas y no pueden autorizar ese tráfico que contribuye a privarles de su tierra. Los saharauis, que tuvieron que huir de los territorios ocupados por su seguridad debido a la reivindicación de su identidad, también reafirman su desacuerdo con actos militantes de denuncia.
Un informe muy documentado firmado por WSRW y EMMAUS Stockolm explica la problemática, ubica los invernaderos, a sus propietarios y los trayectos que efectúan las verduras, directamente de Dakhla a Perpignan o a Château Renard.
Desde diciembre de 2001, APSO ha interrogado a las empresas y grupos Carrefour, Auchan, Intermarché, ED/Dia, Aldi, Casino, Leclerc y Simply sobre la cantidad de verduras comercializadas por ellos procedentes de los territorios ocupados del Sahara Occidental. Y también sobre su actuación ética en conocimiento de los hechos, puesto que con esa comercialización se ponen en posición de apoyar una colonización.
Solo Carrefour respondió en enero afirmando su neutralidad, dando la esperanza de una retirada rápida de los productos afectados. Una carta que pedía la fecha de la retirada permanece sin respuesta hasta hoy, y los productos de Idyl, Azira y Les Domaines siguen en los supermercados, y todos con la etiqueta de Marruecos.
La comercialización deshonesta de esos tomates, calabacines, melones… que recorren miles de kilómetros y se venden más baratos que las frutas y verduras cultivadas aquí o en España debería prohibirse como es el caso en Noruega.
Porque Marruecos no respeta las cuotas ni la ética de etiquetado, y el sistema pone en peligro a los pequeños productores europeos.
Si los revendedores se declaran éticos y continúan vendiendo esos productos, que respeten esa hermosa palabra y califiquen su práctica de hipócrita.
Fuente: http://ap-so.blogspot.com.es/2012/03/legumes-du-sahara-vendus-en-france.html
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