LIBERTAD PARA LOS 24 SAHARAUIS DE GDEIM
IZIK
*Fuente: WillyMeyer.es
09-02-2013
El viernes 8 de febrero el tribunal militar
constituido en Rabat proseguía la vista iniciada contra 24 saharauis acusados de
cometer asesinatos, pertenecer a banda criminal, profanar cadáveres y promover
la anarquía en los Territorios Ocupados del Sahara Occidental el 8 de noviembre
de 2010, cuando la fuerza marroquí ocupante disolvió violentamente Gdeim Izik,
-el Campamento de la Dignidad-, que en un acto de rebeldía concentró a miles de
saharauis como preludio de lo que sería la Primavera Árabe. Existe la
posibilidad de que por estas graves acusaciones el tribunal marroquí imponga
penas de muerte a los acusados.
Para acompañar a las familias y a los 24 presos
saharauis juzgados, el responsable de política internacional y eurodiputado de
Izquierda Unida, Willy Meyer, se trasladó a Rabat desde Estrasburgo junto al
eurodiputado del grupo socialista Antonio Masip para asistir al juicio
militar.
El día antes, en la sesión plenaria del Parlamento
Europeo, se aprobaba una enmienda, firmada por Marie-Christine Vergiat y Willy
Meyer del GUE/NGL (Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica) y tres
diputados del grupo socialista a la resolución que concreta el mandato al XXII
Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, exigiendo la liberación de todos
los presos políticos saharauis, expresando la preocupación de la eurocamara por
las continuas violaciones de los derechos humanos en el Sahara Occidental y
reclamando una solución justa y duradera del conflicto basada en el derecho a la
autodeterminación del pueblo saharaui, de conformidad con las resoluciones de
las Naciones Unidas.
El día 7 por la noche, víspera del juicio militar,
Antonio Masip y Willy Meyer se entrevistaron con las familias de los presos para
manifestarles su solidaridad, la del Parlamento Europeo, e informarles de la
resolución aprobada.
Momentos antes del juicio, delante del tribunal
militar de Rabat y ante la concentración de familiares saharauis que reclamaban
su libertad, Willy Meyer realizó unas declaraciones ante la prensa europea y
marroquí acreditada en las que negaba al tribunal militar cualquier capacidad
para juzgar a los 24 saharauis.
“La fuerza ocupante marroquí disolvió violentamente
el Campamento de la Dignidad a las afueras de El Aaiún, en el territorio no
autónomo del Sahara Occidental pendiente de descolonización. Los saharauis
ejercieron su derecho a la legitima defensa frente a la fuerza colonial
ocupante”, indicó Meyer.
“Marruecos carece de toda jurisdicción sobre los
territorios que ocupa en el Sahara Occidental. En cualquier caso, la
investigación criminal se debería realizar contra los responsables marroquíes
que dieron la orden de disolver un campamento pacífico. En nombre de Izquierda
Unida y del Parlamento Europeo, exijo la inmediata libertad de los 24 saharauis
procesados”, prosiguió el eurodiputado.
Tras retenerle durante dos horas bajo pretexto de los
trámites de su acreditación, Meyer pudo incorporarse a la sala junto a una
nutrida delegación de observadores internacionales para seguir la
vista.
La aparición en la sala de los 24 saharauis gritando
libertad para el pueblo saharaui se convertía en una manifestación de dignidad
frente al despliegue militar en la sala: más de 60 militares marroquíes y el
propio tribunal formado por un presidente civil y seis
militares.
Nada más comenzar la sesión los abogados de la
defensa pusieron en entredicho todas y cada una de las acusaciones, la
irregularidad en la aportación de pruebas, el intento de presentar nueve
testigos de la acusación el mismo día de la sesión sin conocimiento previo de la
defensa tras 2 años de los sucesos, el que uno de los presos fuese detenido días
antes de la disolución violenta del campamento, que solo apareciese en el
sumario una prueba forense de un muerto, la inconstitucionalidad del carácter
militar del tribunal conforme a la nueva Constitución marroquí, que todos los
testimonios de los acusados se realizaron bajo tortura y abusos sexuales.
Fueron alegatos rotundos y vehementes los que
presentó la defensa pero que no hicieron variar al presidente del tribunal ni la
forma ni el fondo de las acusaciones.
En la sesión de la tarde se expuso en la sala una
pequeña jaula precintada con las supuestas armas blancas que, a juicio de la
acusación, sirvieron a los saharauis para amedrentar en el campamento, evitar su
huida y cometer los asesinatos a los agentes marroquíes.
Allí, sin clasificar, ni aisladas en plástico para
evitar su manipulación se exponían una docena de cuchillos de cocina, bengalas,
un ordenador portátil y numerosos teléfonos móviles. Cualquiera de los
observadores podía manipular y dejar sus huellas en las pretendidas armas
criminales al poder meter los dedos entre los barrotes de la
jaula.
El desarrollo de la sesión enseguida confirmó que se
realizaba una pantomima de juicio, una operación del régimen de Mohamed VI que
sería cómica si no fuese porque pueden caer penas muy severas, entre ellas la
pena capital a los 24 saharauis luchadores por los derechos de su pueblo
pendiente de descolonización.
Al dar por finalizada la sesión para proseguir al dia
siguiente, Willy Meyer lanzó un llamamiento a todas las organizaciones políticas
y sociales de la comunidad internacional para que exijan la puesta en libertad
de los 24 y se ponga fin a una pantomima organizada por el régimen marroquí,
fuerza militar ocupante del Sahara Occidental.
“Debe saber el pueblo saharaui que desde Izquierda
Unida no descasaremos hasta que salgan en libertad todos los presos políticos
saharauis y que se permita a este pueblo ejercer su derecho legítimo a su
autodeterminación”.
Mientras prosigue la vista, el también vicepresidente
de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, alertó sobre las
noticias de violencia y represión por parte de la fuerza ocupante contra la
población saharaui en El Aaiún y en otros lugares de los Territorios Ocupados, y
se comprometió a denunciar en el Parlamento Europeo estas ultimas violaciones de
los derechos humanos del pueblo saharaui así como este juicio ilegal.
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