Hace poco más de un mes la diputada de Iniciativa per Catalunya en el Congreso, Nuria Buenaventura, realizó una pregunta parlamentaria referente al destino del material militar vendido por las empresas armamentísticas estatales al reino alauí, en el período 2008 y el primer semestre de 2010, por un importe de 35 millones de euros. Camiones, vehículos todoterreno, cartuchos, escopetas, entre otros, engrosarían el paquete militar sospechoso de ser utilizado para reprimir a la población saharaui, de los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental.
El Ejecutivo se pronunció al respecto “Si se demostrara una utilización indebida y no autorizada de los vehículos exportados, las autoridades españolas procederían a la suspensión o revocación de las licencias en vigor, tal como prevé el artículo 8 de la Ley sobre el control del comercio exterior de material de defensa y doble uso”
Hace unos días, paseando por las calles de El Aaiún (Sáhara Occidental) comprobamos la existencia de numerosos puntos militares distribuidos por la ciudad, donde se exhibían los vehículos que aparecen en la imagen; primera foto prueba. Desconocemos si éstos pertenecen al lote, anteriormente citado, o tal vez, al que el Sr. Aznar entregó al precio amigo de un euro, en el año 2003. Pero de lo que no hay duda es la marca: Made in Spain.
Segunda foto prueba; asesinato del joven saharaui Said Dambar de la mano de un militar marroquí, a finales del 2010. A pesar de las continuas agresiones, chantajes y sobornos con los que la policía marroquí pretende acallar el dolor por la pérdida de Said, la entereza y lucidez de la familia ha hecho posible que el crimen no sea silenciado.
Según parece, no podremos comprobar si las balas que dieron muerte al joven saharaui llevan inscrito Made in Spain, ya que el Juez de Instrucción de la Corte de Apelaciones de El Aaiún, ha rechazado la solicitud de la familia, para realizar una autopsia a los restos mortales de Said Dambar, que todavía hoy permanecen en la morgue.
Al igual que aquellas que rompiendo el “Alto el fuego” firmado en el año 1991 entre Marruecos y el Frente Polisario, acribillaron a Elgarhi Nayem, de 14 años de edad, asesinado la noche del 24 de octubre 2010 en el campamento de Gdeim Izik –semilla del 15M y de la revolución del pueblo árabe- y enterrado sin el consentimiento ni permiso de su familia.
Pero hay quienes, siete meses después del desmantelamiento violento de Gdeim Izik, viven portando en sus cuerpos la prueba de la violencia armada del ejército marroquí. No han podido extraer de sus miembros el plomo de bala, porque los hospitales abren sus brazos a la tortura.
Y cada día, en las calles del Sáhara Occidental, la población saharaui lee en sus muñecas, en las magulladuras de su cuerpo y en las brechas de sus cabezas el Made in Spain dibujado en el material antidisturbios, con el que la policía marroquí reprime las manifestaciones pacíficas de 36 años de espera; tercera foto prueba.
http://comiteapoyosaharajjoo.noblezabaturra.org/2011/06/08/made-in-spain/
El Ejecutivo se pronunció al respecto “Si se demostrara una utilización indebida y no autorizada de los vehículos exportados, las autoridades españolas procederían a la suspensión o revocación de las licencias en vigor, tal como prevé el artículo 8 de la Ley sobre el control del comercio exterior de material de defensa y doble uso”
Hace unos días, paseando por las calles de El Aaiún (Sáhara Occidental) comprobamos la existencia de numerosos puntos militares distribuidos por la ciudad, donde se exhibían los vehículos que aparecen en la imagen; primera foto prueba. Desconocemos si éstos pertenecen al lote, anteriormente citado, o tal vez, al que el Sr. Aznar entregó al precio amigo de un euro, en el año 2003. Pero de lo que no hay duda es la marca: Made in Spain.
Segunda foto prueba; asesinato del joven saharaui Said Dambar de la mano de un militar marroquí, a finales del 2010. A pesar de las continuas agresiones, chantajes y sobornos con los que la policía marroquí pretende acallar el dolor por la pérdida de Said, la entereza y lucidez de la familia ha hecho posible que el crimen no sea silenciado.
Según parece, no podremos comprobar si las balas que dieron muerte al joven saharaui llevan inscrito Made in Spain, ya que el Juez de Instrucción de la Corte de Apelaciones de El Aaiún, ha rechazado la solicitud de la familia, para realizar una autopsia a los restos mortales de Said Dambar, que todavía hoy permanecen en la morgue.
Al igual que aquellas que rompiendo el “Alto el fuego” firmado en el año 1991 entre Marruecos y el Frente Polisario, acribillaron a Elgarhi Nayem, de 14 años de edad, asesinado la noche del 24 de octubre 2010 en el campamento de Gdeim Izik –semilla del 15M y de la revolución del pueblo árabe- y enterrado sin el consentimiento ni permiso de su familia.
Pero hay quienes, siete meses después del desmantelamiento violento de Gdeim Izik, viven portando en sus cuerpos la prueba de la violencia armada del ejército marroquí. No han podido extraer de sus miembros el plomo de bala, porque los hospitales abren sus brazos a la tortura.
Y cada día, en las calles del Sáhara Occidental, la población saharaui lee en sus muñecas, en las magulladuras de su cuerpo y en las brechas de sus cabezas el Made in Spain dibujado en el material antidisturbios, con el que la policía marroquí reprime las manifestaciones pacíficas de 36 años de espera; tercera foto prueba.
http://comiteapoyosaharajjoo.noblezabaturra.org/2011/06/08/made-in-spain/
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