lunes, 4 de marzo de 2013

Cantabria. Condena de la sentencia del tribunal militar marroquí contra los presos políticos saharauís de Gdeim Izik



El 8 de noviembre de 2010, las fuerzas de ocupación marroquíes desmantelaron violentamente el Campamento de Gdeim Izik. En este campamento, organizado a las afueras del Aaiún – capital del territorio del Sáhara Occidental ocupado ilegalmente por Marruecos – se concentraron más de 20.000 saharauis para denunciar sus condiciones de vida bajo la ocupación militar. A raíz de la violenta intervención marroquí, fueron detenidos un considerable número de ciudadanos saharauis, entre los que se encontraban los 24 activistas que desde entonces han permanecido encarcelados en la cárcel de Salé-Rabat (Marruecos) acusados de haber participado en la organización del campamento.

El pasado 1 de Febrero de 2013 se constituyó en Rabat el Tribunal Militar que, a pesar de no tener jurisdicción sobre el Territorio no Autónomo del Sahara Occidental, les ha juzgado en un juicio que según numerosos juristas observadores internacionales, no ha contado con las debidas garantías procesales. Los acusados no pudieron ser reconocidos por ningún testigo, las armas con las que supuestamente fueron asesinados los agentes marroquíes no presentaban huellas dactilares, sólo se practicó una prueba forense, no se realizó ningún test de ADN, … Pero a pesar de la falta de pruebas, tras nueve días de juicio y siete horas de deliberación, en la madrugada del 17 de febrero de 2013 con nocturnidad, premeditación y alevosía, el Tribunal Militar de Rabat dictó una durísima sentencia contra los 24 presos políticos saharauis de Gdeim Izik. En dicha sentencia se contemplan nueve penas de cadena perpetua, cuatro de 30 años de prisión, siete de 25 años, tres de 20 años y dos acusados han sido puestos en libertad ya que la sentencia de 2 años es inferior al tiempo que ya han pasado en prisión preventiva.

Para el Pueblo Saharaui, sometido permanentemente a la violación de sus derechos fundamentales por parte de la fuerza ocupante marroquí, estas durísimas penas, de claro cariz político, suponen un nuevo atentado que sumar a una lista ya larga de por sí, pero más grave si cabe por lo que supone de intento de eliminar de raíz cualquier atisbo de resistencia contra la ocupación y de negación de la identidad saharaui.

Las imágenes del violento ataque al campamento de Gdeim IziK hablan por si solas. Han pasado más de dos años desde ese brutal ataque y de la violencia ejercida contra la población civil saharaui en los días posteriores, tiempo en el que la Comunidad Internacional se ha mantenido pasiva, comportamiento que ha mantenido no solamente ante el Juicio Militar y tras el conocimiento de la severa sentencia, sino desde el año 1975 en el que el Sahara Occidental fue abandonado a su suerte.

El Sistema de Procedimientos Especiales de Naciones Unidas para los Derechos Humanos establece mandatos en Belarús, Cambodia, Costa de Marfil, Eritrea, República Democrática y Popular de Corea, Haití, República Islámica de Irán, Myanmar, Territorios Ocupados de Palestina, Somalia, Sudán y República Árabe de Siria. ¿Olvida la Comunidad Internacional algún otro territorio donde persiste una inestabilidad desde hace muchos años?. Lamentablemente la respuesta es sí. La Comunidad Internacional olvida y mantiene abandonado al pueblo que habita en el Territorio No Autónomo del Sahara Occidental. Todas las Misiones de Paz de la ONU cuentan con el mandato de observación y vigilancia del respeto a los Derechos Humanos en las zonas bajo su responsabilidad. ¡Todas excepto la MINURSO! (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental!

Ningún organismo internacional reconoce la soberanía de Marruecos sobre el territorio del Sahara Occidental, considerado por la ONU como un Territorio No Autónomo pendiente de descolonización. Por tanto, nos encontramos de nuevo ante un incumplimiento de la legalidad internacional,: Los hechos pretendidamente juzgados fueron supuestamente cometidos por ciudadanos saharauis en un territorio invadido y al amparo, por tanto, del IV Convenio de Ginebra que protege a las víctimas civiles de conflictos armados. Los procesados han visto vulnerado su derecho a ser juzgados por un tribunal civil en su propio país, por lo que el juicio es nulo de pleno derecho.

La presencia de observadores internacionales en Rabat ha puesto de manifiesto lo que ya se intuía: el juicio es un perverso instrumento de política genocida ejercida contra el pueblo saharaui, una farsa montada por Marruecos con el aval de la Comunidad Internacional que, siendo conocedora de la grave y sistemática violación de Derechos Humanos ejercida contra la población saharaui, obviando la legalidad internacional y haciendo caso omiso de las reivindicaciones ciudadanas, continua negociando con el ocupante para expoliar los recursos naturales del Sáhara Occidental en detrimento de los intereses de la población saharaui. Y en el marco de esa Comunidad Internacional, no podemos olvidar la especial responsabilidad de España que, a día de hoy, continua siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental y, por lo tanto, responsable de todo lo que le sucede a la población saharaui tanto en los Campamentos de Refugiados de Tinduf como en los Territorios Ocupados por Marruecos. Por eso,

EXIGIMOS AL GOBIERNO DE ESPAÑA:

Que suscriba el mandato del Parlamento Europeo a la XXII sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Que exija al reino de Marruecos la libertad de todos los presos políticos saharauis

Que promueva en Naciones Unidas el establecimiento de un mecanismo internacional de seguimiento de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental.

Que lidere una propuesta de solución del conflicto basada en el ejercicio del derecho a la autodeterminación del Pueblo Saharaui, en la que la equidistancia del “mutuamente aceptable para ambas partes” no tenga cabida.

Nuestra presencia en esta concentración es la demostración al mundo y a los saharauis de que no están solos, de que la injusticia no puede ser silenciada, de que un Sáhara Libre, regido por los principios de la República Árabe Saharaui Democrática, proclamada el 27 de febrero de 1976, no es una utopía sino una realidad al alcance de la mano.

¡NO HAY BARROTES PARA LA DIGNIDAD DEL PUEBLO SAHARAUI!

¡LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS! ¡VIVA EL SAHARA LIBRE!

En Santander, a 27 de febrero de 2013

Delegación Saharaui en Cantabria

Cantabria por el Sáhara

Alouda Cantabria

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