El 8 de noviembre de 2010, las fuerzas de ocupación
marroquíes desmantelaron violentamente el Campamento de Gdeim Izik. En este
campamento, organizado a las afueras del Aaiún – capital del territorio del
Sáhara Occidental ocupado ilegalmente por Marruecos – se concentraron más de
20.000 saharauis para denunciar sus condiciones de vida bajo la ocupación
militar. A raíz de la violenta intervención marroquí, fueron detenidos un
considerable número de ciudadanos saharauis, entre los que se encontraban los 24
activistas que desde entonces han permanecido encarcelados en la cárcel de
Salé-Rabat (Marruecos) acusados de haber participado en la organización del
campamento.
El pasado 1 de Febrero de 2013 se constituyó en Rabat
el Tribunal Militar que, a pesar de no tener jurisdicción sobre el Territorio no
Autónomo del Sahara Occidental, les ha juzgado en un juicio que según numerosos
juristas observadores internacionales, no ha contado con las debidas garantías
procesales. Los acusados no pudieron ser reconocidos por ningún testigo, las
armas con las que supuestamente fueron asesinados los agentes marroquíes no
presentaban huellas dactilares, sólo se practicó una prueba forense, no se
realizó ningún test de ADN, … Pero a pesar de la falta de pruebas, tras nueve
días de juicio y siete horas de deliberación, en la madrugada del 17 de febrero
de 2013 con nocturnidad, premeditación y alevosía, el Tribunal Militar de Rabat
dictó una durísima sentencia contra los 24 presos políticos saharauis de Gdeim
Izik. En dicha sentencia se contemplan nueve penas de cadena perpetua, cuatro de
30 años de prisión, siete de 25 años, tres de 20 años y dos acusados han sido
puestos en libertad ya que la sentencia de 2 años es inferior al tiempo que ya
han pasado en prisión preventiva.
Para el Pueblo Saharaui, sometido permanentemente a
la violación de sus derechos fundamentales por parte de la fuerza ocupante
marroquí, estas durísimas penas, de claro cariz político, suponen un nuevo
atentado que sumar a una lista ya larga de por sí, pero más grave si cabe por
lo que supone de intento de eliminar de raíz cualquier atisbo de resistencia
contra la ocupación y de negación de la identidad
saharaui.
Las imágenes del violento ataque al campamento de
Gdeim IziK hablan por si solas. Han pasado más de dos años desde ese brutal
ataque y de la violencia ejercida contra la población civil saharaui en los días
posteriores, tiempo en el que la Comunidad Internacional se ha mantenido pasiva,
comportamiento que ha mantenido no solamente ante el Juicio Militar y tras el
conocimiento de la severa sentencia, sino desde el año 1975 en el que el Sahara
Occidental fue abandonado a su suerte.
El Sistema de Procedimientos Especiales de Naciones
Unidas para los Derechos Humanos establece mandatos en Belarús, Cambodia, Costa
de Marfil, Eritrea, República Democrática y Popular de Corea, Haití, República
Islámica de Irán, Myanmar, Territorios Ocupados de Palestina, Somalia, Sudán y
República Árabe de Siria. ¿Olvida la Comunidad Internacional algún otro
territorio donde persiste una inestabilidad desde hace muchos años?.
Lamentablemente la respuesta es sí. La Comunidad Internacional olvida y mantiene
abandonado al pueblo que habita en el Territorio No Autónomo del Sahara
Occidental. Todas las Misiones de Paz de la ONU cuentan con el mandato de
observación y vigilancia del respeto a los Derechos Humanos en las zonas bajo su
responsabilidad. ¡Todas excepto la MINURSO! (Misión de Naciones Unidas para el
Referéndum del Sáhara Occidental!
Ningún organismo internacional reconoce la soberanía
de Marruecos sobre el territorio del Sahara Occidental, considerado por la ONU
como un Territorio No Autónomo pendiente de descolonización. Por tanto, nos
encontramos de nuevo ante un incumplimiento de la legalidad internacional,: Los
hechos pretendidamente juzgados fueron supuestamente cometidos por ciudadanos
saharauis en un territorio invadido y al amparo, por tanto, del IV Convenio de
Ginebra que protege a las víctimas civiles de conflictos armados. Los procesados
han visto vulnerado su derecho a ser juzgados por un tribunal civil en su propio
país, por lo que el juicio es nulo de pleno derecho.
La presencia de observadores internacionales en Rabat
ha puesto de manifiesto lo que ya se intuía: el juicio es un perverso
instrumento de política genocida ejercida contra el pueblo saharaui, una farsa
montada por Marruecos con el aval de la Comunidad Internacional que, siendo
conocedora de la grave y sistemática violación de Derechos Humanos ejercida
contra la población saharaui, obviando la legalidad internacional y haciendo
caso omiso de las reivindicaciones ciudadanas, continua negociando con el
ocupante para expoliar los recursos naturales del Sáhara Occidental en
detrimento de los intereses de la población saharaui. Y en el marco de esa
Comunidad Internacional, no podemos olvidar la especial responsabilidad de
España que, a día de hoy, continua siendo la potencia administradora del Sáhara
Occidental y, por lo tanto, responsable de todo lo que le sucede a la población
saharaui tanto en los Campamentos de Refugiados de Tinduf como en los
Territorios Ocupados por Marruecos. Por eso,
EXIGIMOS AL GOBIERNO DE
ESPAÑA:
Que suscriba el mandato del Parlamento Europeo a la
XXII sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones
Unidas.
Que exija al reino de Marruecos la libertad de todos
los presos políticos saharauis
Que promueva en Naciones Unidas el establecimiento de
un mecanismo internacional de seguimiento de los Derechos Humanos en el Sáhara
Occidental.
Que lidere una propuesta de solución del conflicto
basada en el ejercicio del derecho a la autodeterminación del Pueblo Saharaui,
en la que la equidistancia del “mutuamente aceptable para ambas partes” no tenga
cabida.
Nuestra presencia en esta concentración es la
demostración al mundo y a los saharauis de que no están solos, de que la
injusticia no puede ser silenciada, de que un Sáhara Libre, regido por los
principios de la República Árabe Saharaui Democrática, proclamada el 27 de
febrero de 1976, no es una utopía sino una realidad al alcance de la
mano.
¡NO HAY BARROTES PARA LA DIGNIDAD DEL PUEBLO
SAHARAUI!
¡LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS! ¡VIVA EL SAHARA
LIBRE!
En Santander, a 27 de febrero de
2013
Delegación Saharaui en
Cantabria
Cantabria por el Sáhara
Alouda Cantabria
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