Nadia Jarari, esposa de Kamal Bahaha, y su hijo, Saleh Bahaha, fueron detenidos por la policía marroquí, ayer por la tarde, a las 14h, en la ciudad ocupada de El Aaiún.
Desde que Kamal vino a España a solicitar asilo, en numerosas ocasiones habían llamado a su mujer para que fuera a hablar con ellos con promesa de volver a casa. Pero ella se negaba. Al niño lo acosaban cuando iba al colegio, y le preguntaban por su padre.
También la habían ido a buscar a casa pero ella no fue.
La detención se hizo aprovechando que iban por la calle. Salieron de un coche y cogieron a madre e hijo, que forcejearon. De 2 a 8 les tuvieron en un cuartel de la policía. A las 8 los entregaron a la gendarmería de Jadarmía. Allí les gritaron, les insultaron y les escupieron. "¿No quisiste venir por las buenas? Ahora te traemos por las malas. Te vamos a meter en la cárcel. ¿Has recibido en el 2005 y ahora sigues igual?" Hay que decir que a Nadia le saltaron los dientes superiores en la manifestación de Kenán en 2005, en Matalla. Hay fotos que lo demuestran. Cuando la llevaron a la gendarmería le trajeron a un policía "bueno" y otro "malo".
La interrogaron por Kamal. Que qué hace, que con quien andaba cuando todavía estaba en El Aaiún; quieren ver fotos, papeles. Ella no dijo nada, se puso a llorar, se asustó mucho, le bajó la regla. "A tí te salió sólo esa sangre, no viste la sangre que nos salió a nosotros". Sólo cuando la familia de Kamal acudió a Comisaría, se enteró de su situación y le trajeron las cosas de las mujeres.
El hijo estaba asustado. Acababa de recuperarse de una enfermedad. Acudieron la familia y saharauis y defensores de los derechos humanos. Cuando vieron que la gente venía, sacaron al niño del calabozo y se lo entregaron a sus primos a la 1,30 h.
A las 3 de la madrugada, soltaron a la madre.
Fuente: Cristina Martínez
Desde que Kamal vino a España a solicitar asilo, en numerosas ocasiones habían llamado a su mujer para que fuera a hablar con ellos con promesa de volver a casa. Pero ella se negaba. Al niño lo acosaban cuando iba al colegio, y le preguntaban por su padre.
También la habían ido a buscar a casa pero ella no fue.
La detención se hizo aprovechando que iban por la calle. Salieron de un coche y cogieron a madre e hijo, que forcejearon. De 2 a 8 les tuvieron en un cuartel de la policía. A las 8 los entregaron a la gendarmería de Jadarmía. Allí les gritaron, les insultaron y les escupieron. "¿No quisiste venir por las buenas? Ahora te traemos por las malas. Te vamos a meter en la cárcel. ¿Has recibido en el 2005 y ahora sigues igual?" Hay que decir que a Nadia le saltaron los dientes superiores en la manifestación de Kenán en 2005, en Matalla. Hay fotos que lo demuestran. Cuando la llevaron a la gendarmería le trajeron a un policía "bueno" y otro "malo".
La interrogaron por Kamal. Que qué hace, que con quien andaba cuando todavía estaba en El Aaiún; quieren ver fotos, papeles. Ella no dijo nada, se puso a llorar, se asustó mucho, le bajó la regla. "A tí te salió sólo esa sangre, no viste la sangre que nos salió a nosotros". Sólo cuando la familia de Kamal acudió a Comisaría, se enteró de su situación y le trajeron las cosas de las mujeres.
El hijo estaba asustado. Acababa de recuperarse de una enfermedad. Acudieron la familia y saharauis y defensores de los derechos humanos. Cuando vieron que la gente venía, sacaron al niño del calabozo y se lo entregaron a sus primos a la 1,30 h.
A las 3 de la madrugada, soltaron a la madre.
Fuente: Cristina Martínez
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