Rabat, 9 nov (EFE).- La primera ronda negociadora entre Marruecos y la Comisión Europea para renovar el protocolo pesquero entre las dos partes terminó hoy en Rabat sin resultados concretos pero con una probable convocatoria de una segunda ronda, en diciembre en Bruselas.
Según dijeron a Efe fuentes comunitarias cercanas a las negociaciones, el ambiente durante los dos días de conversaciones ha sido positivo, pero las numerosas discrepancias técnicas hacen improbable que se pueda firmar el protocolo antes de fin de año, aunque esa era la voluntad inicial.
Durante las dos jornadas negociadoras, los negociadores marroquíes y comunitarios apenas han tenido tiempo de exponer sus posturas y dejar claros algunos principios de base, pero ni siquiera se han tocado los aspectos financieros del acuerdo, dijeron las fuentes.
Marruecos ha dejado claro desde un principio que no quiere que se reduzca el monto que recibe por el acuerdo: 36,1 millones de euros anuales pagados por la Comisión Europea, más los 3,5 millones que ponen los armadores por sus licencias.
Los negociadores europeos responden que, en ese caso, habrá que garantizar una mayor capacidad de capturas para los barcos incluidos en el protocolo, para cumplir el mandato del Parlamento Europeo de que el acuerdo sea "rentable", lo que podría entrar en colisión con el mandato de que sea biológicamente sostenible ("se pesca lo que sobra").
Existe también la posibilidad -aunque esto queda fuera de la mesa negociadora al ser un asunto intra-europeo- de que la Comisión pague menos por el acuerdo y que esa diferencia sea solicitada a los armadores, aunque estos últimos no están dispuestos a un mayor esfuerzo financiero si no se levantan limitaciones de millas, redes, tonelajes y otros condicionantes.
La parte europea también ha pedido a Marruecos mayor flexibilidad con, por ejemplo, las listas de marineros marroquíes que forzosamente debe enrolar cada barco europeo, mientras que Marruecos ha sugerido por su parte cambiar algunos aspectos organizativos del acuerdo.
En todo caso, las fuentes insistieron en que "hay voluntad de avanzar", aunque los negociadores de ambas partes han sido muy discretos y se han negado a hacer ningún tipo de declaraciones.
Lo que está definitivamente excluido de las discusiones tras un acuerdo de principio entre las partes es la entrada de cefalopoderos y marisqueros -barcos que dejan un mayor valor añadido-, por lo que las especies que ahora se negocian son básicamente atunes, sardinas, anchoas, boquerones, jureles, merluzas y sargos.
Del mismo modo, ha quedado establecido que el texto final del protocolo no citará expresamente al Sahara Occidental -en cuyas aguas faena buena parte de los barcos del acuerdo-, sino que se buscará otra fórmula que salve la extrema sensibilidad marroquí con respecto a un territorio que Rabat considera sencillamente como "provincias del sur".
En cualquier caso, esa fórmula deberá satisfacer también otra exigencia del Europarlamento, como es que el acuerdo beneficie a las poblaciones locales y que esto sea demostrable, un detalle pensado específicamente para las poblaciones saharauis, que según las tesis independentistas sufren un "expolio" por parte de Marruecos.
Fue precisamente el Parlamento Europeo el que "tumbó" el pasado diciembre el anterior protocolo, que daba licencias a 119 barcos europeos (más de un centenar españoles), aunque lo cierto es que poco más de setenta barcos utilizaron las licencias ante lo estricto de las condiciones planteadas en el anterior texto. EFE
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