Buró Ejecutivo del Colectivo de Saharauis Defensores
de los Derechos Humanos CODESA www.codesaso.com
El Aaiún / Sáhara Occidental, el 17 de noviembre
2012
Informe detallado sobre la represión con fuerza
excesiva por parte del Estado marroquí contra los saharauis que se manifestaron
pacíficamente con ocasión de la visita del Enviado Personal del Secretario
General de las Naciones Unidas, el embajador Sr. Christopher
Ross.
El Buró Ejecutivo del Colectivo de Saharauis
Defensores de los Derechos Humanos (CODESA) publicó un informe detallado sobre
la represión brutal de la que fueron víctimas decenas de manifestantes
saharauis y defensores de los derechos humanos, los días 1, 2 y 3 de noviembre
de 2012, represión cometida por las diferentes fuerzas de seguridad en las
ciudades de El Aaiún, Smara y Dajla (Sáhara Occidental) durante la visita del
Enviado Personal del Secretario General de las Naciones Unidas, el Sr.
Christopher Ross y después de dejar la ciudad de El Aaiún, el 3 de noviembre de
2012.
Este informe se centró en el cerco militar y
policial y el bloqueo informativo impuesto a la ciudad de El Aaiún
inmediatamente después del anuncio de la visita del Enviado Personal del
Secretario General de las Naciones Unidas a la ciudad en cuestión. El Estado
marroquí trajo enormes refuerzos adicionales de policía y fuerzas auxiliares
desde Marruecos, además de fuerzas pertenecientes al Ejército marroquí que han
permanecido estacionadas en las afueras de las diferentes arterias de la ciudad.
Inmediatamente después de la llegada del Embajador Christopher Ross, el 31 de
octubre de 2012 al aeropuerto de El Aaiún (Sáhara Occidental), las autoridades
marroquíes dispersaron a todos los elementos de estas fuerzas militares y
policiales por todos los barrios, plazas, callejones y calles de la
ciudad.
A la llegada del Enviado Personal del Secretario
General de las Naciones Unidas, el aeropuerto de El Aaiún (Sahara Occidental)
estuvo sujeto a medidas excepcionales que abarcaron todos sus rincones e
incluyeron todos los caminos que conducen a él, además de dispersar a decenas de
estos dispositivos en el camino que conduce a la sede de la Misión de las
Naciones Unidas para el Referéndum de Autodeterminación del Sáhara Occidental
(MINURSO). La mayoría de estos cuerpos, que vestían ropa civil, se movían
cubriendo ángulos específicos y estáticos, mientras que otros permanecían
divididos en grupos de 4 y hasta de 15 elementos.
Por otra parte, se mantuvieron patrullas
pertenecientes a los diferentes aparatos de seguridad desplazándose en coches
de policía, en vehículos civiles y motocicletas, ambulancias y vehículos de
protección civil, entre los distintos barrios y calles de la ciudad, en especial
aquellos en los que habitan saharauis y que suelen vivir al ritmo de las
manifestaciones pacíficas que exigen el respeto de derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales, entre los que el Buró Ejecutivo del Colectivo
de Saharauis Defensores de los Derechos Humanos (CODESA) contó 13 barrios y 15
calles que estaban bajo estricto control y bajo estado
sitio.
A pesar de este bloqueo y cerco militar y policial,
los manifestantes saharauis salieron, desde las cuatro y media (16:30 horas) del
jueves 1 de noviembre de 2012, para participar en manifestaciones pacíficas en
la calle de Smara y que fueron duramente reprimidas por las fuerzas marroquíes
que utilizaron palos, piedras, cuchillos y machetes, lo que dio como resultado
la lesión de decenas de civiles saharauis, el asalto a las casas y la
destrucción de coches. De esta manera, se creó un clima de intimidación y terror
a causa del bloqueo y el movimiento de las diferentes formaciones del aparato
de seguridad marroquí que circulaban a pie en grupos y en coches, llegando el
Buró Ejecutivo del Colectivo de Saharauis Defensores de los Derechos Humanos
(CODESA) a contar cerca de 120 camiones y vehículos militares pertenecientes a
la Policía y a las Fuerzas especiales, y esto solamente en la calle de Smara en
un área que no excedía 2 km2.
La intervención de las autoridades marroquíes
utilizando la fuerza excesiva contra los manifestantes saharauis ha llevado a
la propagación y expansión de manifestaciones pacíficas a los barrios, calles y
callejones de El Aaiún (Sáhara Occidental), lo que hizo que las autoridades
marroquíes las reprimiesen de nuevo utilizando cuchillos, machetes, piedras,
porras y palos. El Buró Ejecutivo del Colectivo de Saharauis Defensores de los
Derechos Humanos (CODESA) recibió una lista que incluye 9 barrios, 9 calles y 3
callejones en los que hubo manifestaciones pacíficas en las que se ondearon
banderas nacionales y gritaron consignas que reivindicaban la libre
determinación y la independencia.
El informe dedica un espacio importante a la
agresión física y verbal que sufrió la defensora de derechos humanos Aminetu
Haidar, Presidente del Colectivo de Saharauis Defensores de los Derechos
Humanos (CODESA), el día 1 de noviembre de 2012 y los ataques violentos
dirigidos contra su casa y los destrozos que sufrió su coche.
En este contexto, el informe ha hecho hincapié
sobre las amenazas de la policía marroquí con objetos punzantes (cuchillos y
machetes) contra la cara de Aminetu Haidar, además de amenazarla de muerte tras
culparla de traidora en referencia a su posición con respecto a la cuestión
del Sáhara Occidental; todo ello, a pesar de que expresó a un grupo de oficiales
marroquíes su lucha pacífica y su protesta ante la represión contra los
manifestantes e impedirles el ejercicio de su derecho a la libre
expresión.
La agresión acompañada de odio y racismo no se limitó
a la agresión de Aminetu Haidar y su familia y a un grupo de sus amigos y
vecinos, sino que su casa estuvo sujeta a un asedio que duró varias horas e
impidió la llegada de un grupo de sus colegas del Colectivo de Defensores
Saharauis de Derechos Humanos y miembros de otras organizaciones y comités
saharauis, además de muchos otros ciudadanos.
Paralelamente a todo esto, el informe abarcó
igualmente algunos ataques y el hostigamiento de varios activistas de derechos
humanos a quienes se les impidió ejercer su derecho a la libre expresión
manifestándose pacíficamente y la supervisión de la violación de derechos
humanos, llegando CODESA a contabilizar 26 casos de violaciones por parte de las
fuerzas marroquíes contra el derecho a la vida, a la integridad física y a la
seguridad personal.
Por otra parte, el informe abordó la situación de un
grupo de 12 casos, víctimas de violación de derechos humanos que CODESA ha
podido constatar en situ, entre ellos dos víctimas que fueron torturadas con
objetos punzantes (cuchillos y machetes). Se trata de Abdelmutalab Sarir y Saleh
ben Lehbib, siendo este último herido en su pierna derecha por un cuchillo (con
el que se le grabó una bandera marroquí) y sus secuestradores le obligaron a
cantar el himno marroquí.
El informe, a continuación, documentó la lista
preliminar de las víctimas saharauis que sufrieron ataques de los diferentes
cuerpos militares y de la policía marroquí, que incluyó 42 casos de violaciones
contra mujeres saharauis y 64 casos entre los varones, entre ellos dos menores
de edad y jóvenes discapacitados.
Los miembros de CODESA en este informe han
contabilizado en una lista preliminar un número de 72 casas de ciudadanos
saharauis que fueron atacadas y asaltadas en diferentes barrios de la
ciudad.
También el informe ha mencionado las manifestaciones
pacíficas exigiendo la autodeterminación organizadas en la ciudad de Dajla
(Sáhara Occidental) a partir de las ocho y media (20:30 horas) del 1º de
noviembre de 2012 en algunos barrios y que fueron reprimidas por el Ejército
marroquí y las fuerzas auxiliares y policía, llevándose a cabo después una
campaña de arrestos tras el asedio de los distintos
barrios.
Aunque la Policía marroquí había puesto en libertad a
un grupo de detenidos que habían sido sometidos a interrogatorios acompañados de
palizas y amenazas por más de 5 horas en algunos casos (4 detenidos), sin
embargo, varias familias fueron convocadas por escrito, sin aviso previo, el 3
noviembre de 2012 por el Wali de Dajla (Sáhara Occidental), a las que amenazó
diciéndoles que las autoridades marroquíes estaban dispuestas a dar todas las
facilidades administrativas en caso de que aceptasen abandonar el Sáhara
Occidental para ir hacia los campamentos de refugiados saharauis, Mauritania o
España, y recordándoles que todas las manifestaciones serían reprimidas y que
todos los involucrados serían arrestados.
El informe también abordó la manifestación pacífica
que se organizó en la ciudad de Smara (Sahara Occidental) el 3 de noviembre de
2012, que fue dispersada mediante una fuerza excesiva causando muchas víctimas.
Éstas suman alrededor de 11 ciudadanos saharauis, incluyendo un anciano
octogenario y el destrozo por lo menos de dos vehículos, uno de ellos del
defensor de derechos humanos Hammadi Nassiri, a raíz de su intervención
socorriendo algunas de las víctimas que acabó trasladando al hospital regional
de la ciudad después de esta dura intervención.
El ataque no sólo se limitó al destrozo del coche del
activista saharaui Ahmed Nassiri, sino que además un grupo de policías y
fuerzas auxiliares allanaron su casa, destrozaron sus pertenencias y le
lanzaron piedras el viernes, 4 de noviembre de 2012, a las 20:30
horas.
En el informe se enumeran varias formas o prácticas
utilizadas por la policía y las fuerzas militares marroquíes para reprimir a
los manifestantes saharauis, y que son las siguientes:
Medios:
-Patrullas de la policía y las fuerzas auxiliares,
que en la mayoría de los casos se movían juntas.
-Camiones y vehículos militares que se mantuvieron
parados.
- Ambulancias y bomberos.
-Vehículos civiles.
-Autos estatales y pertenecientes a otras provincias
e instituciones del Estado y a la policía.
-Motocicletas.
Métodos y herramientas de
asalto:
-Amenazas e intento de asesinato con cuchillos y
machetes.
-El secuestro durante varias
horas.
-La tortura física y
psicológica.
-Mutilación del cuerpo con cuchillos
afilados.
-Tatuar la bandera marroquí sobre el cuerpo de la
víctima.
-Uso de machetes y cuchillos.
-Acoso sexual y amenazas de
violación.
- Vendaje de los ojos.
-Uso de palos y porras.
-Piedras.
-Orinar sobre el cuerpo de la
víctima.
-Arrancar el cabello a la
víctima.
- Abandonar los cuerpos de las víctimas saharauis en
zonas remotas, fuera de la zona urbana.
-Reprimir a las víctimas obligándoles a cantar el
himno marroquí y a decir vivas al Rey de Marruecos.
- La agresión verbal utilizando insultos degradantes
a la dignidad humana.
En contrapartida y teniendo en cuenta estos ataques
violentos contra civiles saharauis manifestantes pacíficos para exigir el
derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, el informe se refirió a la
primera parte del discurso del Rey de Marruecos, Mohammed VI, del jueves 6 de
noviembre de 2012, en el que elogió el papel de los militares, gendarmes y
tropas marroquíes, lo que CODESA consideró como estímulo e incitación de los
cuerpos mencionados para que continúen la represión contundente contra los
manifestantes saharauis y evitar, de esta manera, que ejerzan su derecho a la
libre expresión y a la manifestación pacífica, y la consagración del principio
de la impunidad.
Como resultado del asedio militar y policial y el
bloqueo informativo que fue impuesto al territorio del Sahara Occidental y la
continuidad del Estado marroquí en su intento de borrar sus crímenes cometidos
contra la población civil saharaui, el informe trató la expulsión y el
impedimento de 25 observadores extranjeros de entrar en la ciudad del Aaiún(
Sahara Occidental) y la reunión con defensores saharauis de derechos humanos y
con las familias de los presos políticos y las víctimas civiles de violaciones
de derechos humanos que fueron privados de ejercer su derecho a la libre
expresión y manifestación durante la visita del Enviado Personal del Secretario
General de las Naciones Unidas, el Embajador
ChristopherRoss.
El informe concluyó que la represión de los
manifestantes saharauis por parte de las fuerzas marroquíes utilizando fuerza
excesiva es una violación grave por parte del Estado marroquí a un número de
convenciones y tratados internacionales que había firmado y ratificado, tales
como:
- Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
- Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.
-Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos para evaluar las demandas de
particulares.
- Pacto Internacional sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación racial.
- Convención contra la tortura y otros tratos
crueles, inhumanos o penas crueles e inhumanas o
degradantes.
- Protocolo facultativo de la Convención contra la
tortura y otros tratos crueles e inhumanos o
degradantes.
- Declaración sobre la protección de los defensores
de los derechos humanos sobre el derecho y el deber de los individuos, los
grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las
libertades fundamentales reconocidos a nivel mundial.
- Convención sobre los Derechos del
Niño.
- Convención sobre los derechos de las personas con
discapacidad.
El informe llegó a la siguiente serie de conclusiones
y recomendaciones:
· Conclusiones:
· La falta de respeto del Estado marroquí a
las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que exigen el respeto de los
derechos humanos en el Sáhara Occidental y en particular la resolución N º 2044
sobre la cuestión del Sáhara Occidental.
· La falta de respeto del Estado marroquí de
sus compromisos en materia de los derechos humanos con la Unión Europea, que
concedió el estatuto avanzado a Marruecos en 2010, y con el Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas durante el control al que se sometió Marruecos,
el 22 de mayo de 2012.
· Aumento de la represión al grado de “grave”
y la amplitud de su cobertura después de que Marruecos se sometiera al segundo
control periódico generalizado y de la visita de la delegación del Centro
Robert F. Kennedy por la Justicia y los Derechos humanos en el período que se
extiende del 24 al 26 de agosto de 2012; del Relator Especial de la ONU sobre
la tortura, el 17 y 18 de septiembre de 2012 y el Enviado Personal del
Secretario General de las Naciones Unidas, Embajador Sr. Christopher Ross en el
período del 31 de octubre al 3 de noviembre de 2012.
· Continuación de la política punitiva del
Estado marroquí contra los civiles saharauis, a través de la confiscación de su
derecho a la libertad de expresión y de manifestación
pacífica.
· Focalización de los defensores de los
derechos humanos y civiles saharauis de una manera sistemática y poner en
riesgo sus vidas por medio de amenazas de muerte, a través de la utilización de
gran variedad de medios, incluyendo armas blancas (como machetes y
cuchillos).
· Continuación del asalto a los defensores
de los derechos humanos y civiles saharauis y la destrucción y robo de sus
propiedades y el destrozo de sus coches.
· Incitación al odio y al desprecio contra
los activistas de derechos humanos saharauis a través de algunos medios de
comunicación oficiales (prensa), la TV y Radio y la Agencia de Noticias del
Magreb (MAP).
· Refuerzo del cerco militar y policial y el
bloqueo informativo, además del uso de vehículos civiles para vigilar a los
activistas saharauis de derechos humanos y la represión de la población
civil.
· Obstinación del Poder Judicial marroquí en
seguir negándose a abrir una investigación independiente sobre las denuncias de
los civiles saharauis víctimas de violaciones de derechos humanos en el Sáhara
Occidental, como es el caso del activista saharaui de derechos humanos Hammadi
Nassiri.
· Contratación de equipos de policía vestidos de
civil en las intervenciones represivas enmascarados para ocultar su
identidad.
El incumplimiento de los procedimientos legales
internacionalmente reconocidos en dispersar manifestaciones
pacíficas.
· Negación por parte de los departamentos
hospitalarios a otorgar certificados médicos sobre la magnitud de los daños que
sufren las víctimas.
· La amplia presencia de la policía marroquí y el
maltrato físico y verbal contra los defensores de los derechos humanos y civiles
saharauis en el interior del hospital de Smara (Sahara
Occidental).
Promoción por parte del Estado marroquí de quienes
participan en violaciones graves de los derechos humanos en el Sáhara Occidental
y su persistente impunidad lo que les alienta a seguir cometiendo mas
violaciones.
· Recomendaciones:
1. Proteger a los civiles saharauis,
proporcionándoles mecanismos de la ONU para monitorear la situación de derechos
humanos en el Sáhara Occidental y reportarlos.
2. Campo abierto ante los defensores de Derechos
Humanos saharauis para que tengan acceso sin ninguna restricción a la Misión de
las Naciones Unidas para organizar un referéndum de autodeterminación en el
Sáhara Occidental (MINURSO).
3. Garantizar la protección de los defensores de
derechos humanos saharauis y el compromiso por parte del Estado marroquí de no
poner en peligro sus vidas.
4. Ampliar el ámbito de las medidas de confianza
entre el Frente Polisario y el Reino de Marruecos para incluir el campo de los
derechos humanos a través de:
- Compromiso del Estado marroquí de
liberar a todos los defensores de los derechos humanos y presos políticos
saharauis en diferentes cárceles marroquíes.
- Compromiso del Estado marroquí de
revelar el destino de los saharauis secuestrados en paradero
desconocido..
- El respeto por parte del Estado
marroquí a la libertad de opinión, de expresión, de manifestación y de
asociación.
· Acelerar la visita del Relator Especial de
las Naciones Unidas para mejorar y proteger el derecho a la libertad de opinión
y de expresión en el Sáhara Occidental, después que las autoridades marroquíes
desencadenaran una campaña de represión violenta (con machetes y cuchillos) en
contra de los defensores de los derechos humanos y civiles saharauis que se
manifestaban pacíficamente para exigir el derecho del pueblo saharaui a la libre
determinación.
· Abrir el asedio policial, militar e
informativo existente sobre la región y permitir a los observadores extranjeros
internacionales entrar sin restricciones ni condiciones al
territorio.
· La necesidad de abrir una investigación
independiente por parte del Estado marroquí sobre la represión de los
manifestantes saharauis y la violación de su derecho a la libertad de expresión
y a la manifestación pacífica.
· Pedir cuentas al Estado marroquí por la
violación de sus obligaciones hacia las convenciones y tratados internacionales
que ha ratificado y firmado y enjuiciar a los funcionarios y empleados
marroquíes en las fuerzas de Policía auxiliar y en el Ejército involucrados en
la represión de los manifestantes saharauis y por el uso de la fuerza excesiva
contra ellos.
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