Rabat,
22 sep (EFE).-
El Relator de la ONU contra la tortura y los tratos
inhumanos y degradantes, Juan Méndez, terminó hoy una visita de siete
días a Marruecos y el Sáhara Occidental, y denunció en un informe
preliminar la persistencia de la práctica de los malos tratos.
El informe fue presentado en una rueda de prensa en Rabat en la que
Méndez afirmó que "en los delitos comunes los malos tratos o la tortura
son muy frecuentes (en Marruecos), aunque es difícil aseverar si son
sistemáticos"
Además, consideró que en los delitos terroristas "la tortura parece ser mucho más cruel y sistemática".
En su semana de trabajo, Méndez ha visitado varios centros de
detención y se ha reunido con representantes de la sociedad civil que le
presentaron denuncias de tortura, entre ellos salafistas, saharauis
independentistas, emigrantes subsaharianos indocumentados o
izquierdistas.
Todas esas reuniones contaron con asistencia de funcionarios "lo que creó un clima de intimidación", lamentó.
El relator visitó Marruecos invitado por el propio Gobierno, que en
los últimos meses está empeñado en asegurar que la tortura es cosa del
pasado.
El ministro de Comunicación, Mustafa el Jalfi, presentó el pasado
jueves esta visita como "un precedente que refleja la confianza de
Marruecos para respetar sus compromisos internacionales".
Méndez reconoció en su informe que "está emergiendo una cultura de
los derechos humanos" y que "parece haber un compromiso en los niveles
más altos" para erradicar las prácticas de tortura, pero lamentó que ese
compromiso "no llegue a todos los niveles de la autoridad"
Igualmente, lamentó que falte voluntad para acabar con los malos
tratos en los interrogatorios y para investigar las denuncias sobre
tortura.
Más concretamente, Méndez denunció "casos recientes de informes
creíbles de golpes (con puños y palos), aplicación de electrochoques y
quemaduras de cigarrillos", prácticas que en su opinión equivalen a la
tortura.
El informe del relator dedica especial atención al hecho de que las
confesiones arrancadas bajo tortura tienen ante el juez más validez que
los testimonios ante el tribunal, y lamentó no haber encontrado un solo
caso de un testimonio invalidado por sospechas de tortura.
Además, no se respeta el derecho de asistencia letrada inmediata a
los detenidos, sino que lo habitual es que pasen 24 horas antes de que
el abogado pueda ver a su cliente y solo por espacio de media hora.
Además, en los delitos contra la seguridad nacional la ley
antiterrorista permite una incomunicación de 96 horas prolongada hasta
tres veces.
Méndez agradeció haber tenido "acceso irrestricto" a todos los
centros de detención que quiso visitar -cárceles, comisarías,
psiquiátricos y centros de reclusión de menores-, y le llamó la atención
que todos hubieran sido recién pintados y renovados y provistos de
mantas nuevas.
"Espero que esas mejoras continúen y se hagan en las demás prisiones", ironizó.
El relator, que presentará un informe confidencial al gobierno
marroquí, que será quien lo haga público posteriormente, opinó que la
tortura y los malos tratos, cuando se aplican a delitos contra la
seguridad del Estado, "no se practican con lógicas raciales o
religiosas, depende más bien de que el régimen se sienta amenazado".
Entre las prácticas igualmente denunciadas, Méndez citó el recurso
creciente de la policía a un uso excesivo de la fuerza en la dispersión
de las manifestaciones, la sobrepoblación carcelaria y la represión con
que la policía está tratando al "grupo especialmente vulnerable" de los
emigrantes subsaharianos.
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