lunes, 22 de abril de 2013

¿Quién puede estar en contra de que MINURSO vele por los DDHH en el Sahara Occidental?

Se armó la escandalera. Estados Unidos defenderá este lunes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución que invita a que MINURSO vele por los Derechos Humanos en el Sahara Occidental. ¿Quién puede estar en contra de esta demanda de mínimos?¿Por qué? Lo veremos. MINURSO es la única misión de la ONU que no vela por los Derechos Humanos. Sus funcionarios han remitido centenares de escritos documentándolos, pero no pueden hacer nada. ¿Y España? España dice que hay que buscar el consenso en el Grupo de Amigos del Sahara en el que están Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia y España. ¿Consenso de qué?¿Consenso con quién? Consenso entre ellos y sus intereses para llegar a una solución que habla de paz y justicia.
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Se armó la escandalera. Estados Unidos ha dado un paso al frente y ha elevado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución en la que pide la ampliación del mandato de la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental) y la habilitaría para velar (sí, velar, solo velar) por los Derechos Humanos. Es algo normal si se tiene en cuenta el informe que elabora por país cada año el Gobierno norteamericano y que publica en su web sobre violaciones de derechos humanos. En él, los funcionarios americanos hablan de desapariciones, torturas, limitaciones de derechos fundamentales en el Sahara Occidental por parte de las autoridades marroquíes. También es normal si atendemos a cualquiera de los informes que realizan las organizaciones internacionales que dicen proteger el cumplimiento de los Derechos Humanos.

No les digo ya si escuchan a las asociaciones de saharauis en sus relatos sobre lo que allí ocurre. Qué carajo: he sido testigo directo de agresiones y violaciones de los derechos más básicos de cualquier ser humano por el simple hecho de serlo. Y qué decirles de la libertad de expresión: pueden preguntar a cualquier periodista -me arriesgo con la palabra cualquier, pero creo que es innegable- que haya visitado El Aaiún con intención de hacer un trabajo serio sobre si han sentido o no el aliento fiscalizador marroquí en cada rincón, cada esquina o cada entrevista.

Recordarán cuando miles de personas acamparon en medio del desierto para reclamar dignidad. Dignidad, menuda demanda elemental. Sus protestas no cesan pero siempre acaban a golpes. Laura Gallego, compañera de viaje vital, me explicaba emocionada la alta carga emotiva que tuvo una protesta que realizó la comunidad saharaui en El Aaiún hace unos años, cuando salieron todos a la vez de varias casas, de noche, para protestar en silencio. En la boca llevaban esparadrapo. Cuando vi la foto pensé: no hay mejor grito. Pero aquel grito apenas se escuchó. No recuerdo ver aquella fotografía en ningún medio de comunicación, más las que tomaron los miembros de la asociación Sahara Thawra. Un detalle: El único que habló aquella noche para explicar los motivos de la protesta, Ennama Aasfari hoy está condenado a cadena perpetua por Marruecos.

¿Por qué extraña la posición política, blanda, de Estados Unidos de solicitar a Naciones Unidas que salvaguarde los Derechos Humanos? Los mismos funcionarios de MINURSO han remitido centenares de informes con violaciones de derechos humanos que han ocurrido en el Sahara Occidental. No pueden hacer nada, ni aunque puedan verlo en directo. Pero sí han escrito lo que sucedía. Más allá, la posición económica de Estados Unidos frente a Marruecos, a pesar de ser hasta ahora un aliado político real, es crítica. En el Tratado de Libre Comercio entre ambos países, la Casa Blanca, decidió, en solicitud de Robert Zoellick durante su mandato como Secretario de Estado, excluir aquellos productos elaborados a raíz de materias primas del Sahara Occidental. Y lo hizo porque lo considera un territorio en proceso de descolonización. Tal y como piensa la Unión Africana que una y otra vez ha pedido, sin éxito diplomático alguno, que Naciones Unidas haga algo de una vez con respecto al Sahara Occidental. Velar por los Derechos Humanos es lo menos que puede hacer, ha venido a decir la Comisión de la UA hace unos días en una carta que han remitido al Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki Moon. Le venía a decir: “Tomen todas las medidas necesarias en el Sahara Occidental”. Ni más, ni menos. Las necesarias.

Y retomando la pregunta que da título a estas letras: ¿Quién puede estar en contra de que MINURSO, que también tiene presencia en los campos de refugiados, vele por los Derechos Humanos? Pues la respuesta a esta pregunta puede suponer una vez más el retrato de la maltrecha Europa. Rabat ha iniciado una serie de visitas clave para intentar poner de su lado las opiniones influyentes de los dirigentes de países vecinos y con capacidad de veto en el Consejo de Seguridad. Ha habido visita a Moscú, París y Pekín. También a Madrid, por aquello de la vecindad y su responsabilidad como antigua ex metrópoli. Y dice el Gobierno de España que “buscará el consenso”. ¿Consenso de qué?¿Consenso con quién? Pues sí, consenso entre los países que se hacen llamar Grupo de Amigos del Sahara en el que están Francia, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia y España. Hermanazos, vamos. Consenso entre ellos y sus intereses para llegar a una solución que habla de paz y justicia. Es imposible.

El debate sobre la propueta americana se hará este lunes. La votación será el 25 de abril, jueves. En aquella sala representantes de Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, Francia y China, por gracia divina. Y tienen posibilidad de veto. Además, los miembros no permanentes son: Azerbaiyán, Guatemala, Pakistán, Togo, Argentina, Australia, Luxemburgo, Ruanda, Corea del Sur y, una casualidad histórica, Marruecos, que podría presenciar sentado en el Consejo de Seguridad como la ONU comete la extravagancia de que una de sus misiones vele por los Derechos Humanos. Es la única de África que no lo hace, por cierto.

Puede ser una semana histórica para el Sahara Occidental y lo que impresiona es que se trata de una ampliación de mandato que beneficia, sin duda, a los ciudadanos que viven este conflicto político en primera persona. Nada más. Después de mucho pensarlo, sigo sin ver el mal que puede hacer. Y sigo sin ver que los líderes europeos titubeen ante la posibilidad de sacar adelante esta demanda de algo que es lo menos que se debería exigir por el bien de la humanidad.

http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=3&id=3560

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